Cargos criminales contra tres empresas responsables de derrame de crudo en el Océano Pacífico

Se presentaron cargos penales contra tres empresas presuntamente responsables de una fuga de petróleo en el sur de California que derramó decenas de miles de galones de crudo en el Océano Pacífico en el otoño.

Un gran jurado federal acusó a las empresas de negligencia en relación con el desastre, alegando que no respondieron a ocho alarmas durante más de medio día y agravaron el problema al continuar bombeando petróleo, dijeron los fiscales el martes.

Amplify Energy Corp y las subsidiarias Beta Operating Co LLC y San Pedro Bay Pipeline Co enfrentan millones de dólares en multas y una libertad condicional de cinco años, si se les declara culpables de descargar petróleo de manera negligente, según el Departamento de Justicia.

Las empresas no respondieron a ocho alarmas durante más de medio día y empeoraron el problema al continuar bombeando petróleo.

El derrame del 1 de octubre diezmó la vida acuática a lo largo de las costas de Huntington Beach hasta Laguna Beach después de que una tubería se rompió, posiblemente por el ancla de un barco de carga.

Se descargaron alrededor de 25,000 galones de petróleo por falta de drenaje y los operadores continuaron reiniciando y operando el oleoducto durante 13 horas, a pesar de haber sido alertados repetidamente sobre su grieta de 16 pulgadas, dijeron las autoridades.

Amplify, con sede en Houston, ha sido citada 72 veces en el pasado por violaciones ambientales y de seguridad antes del desastre.

Aunque el tamaño del derrame se sobrestimó inicialmente en más de 100,000 galones, la cantidad, más recientemente estimada en casi 25,000 galones, fue “una cantidad que puede ser dañina para la salud pública, el bienestar y el medio ambiente de los Estados Unidos”, según a los cargos.

El derrame, cuya causa exacta sigue sin estar clara, ha renovado las peticiones para que el gobierno tome medidas más agresivas contra las envejecidas plataformas petroleras y la infraestructura que salpican la costa del sur de California.

En una delineación cuidadosa de los eventos que comenzaron la tarde del 1 de octubre, la acusación presenta una escena de confusión y desorden cuando las tripulaciones, que trabajaban en una plataforma petrolera en alta mar, intentaron responder a una serie de alarmas del sistema de detección de fugas mientras aún intentaban mantener el flujo de petróleo a través del oleoducto.

No se nombra a ninguna persona en la acusación, y el cargo de vertido negligente de petróleo, un delito menor, conlleva una pena máxima legal de cinco años de libertad condicional para un acusado corporativo, así como multas que potencialmente podrían totalizar millones de dólares.

Según el capitán de la Guardia Costera de los EE. UU. Jason Neubauer, quien dirige la investigación marítima, los buzos han inspeccionado la tubería y planean levantar la sección dañada del fondo marino para un examen más detallado de la fractura.

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