El estado exige pena de muerte para la pareja que asesinó cruelmente a su hija adoptiva
Los esposos Loera, originarios de Arizona, mantuvieron el cadáver de la niña escondido en el ático e incendiaron la casa para ocultarlo
La Oficina del Fiscal del condado de Maricopa en Arizona, presentó oficialmente un documento para solicitar la pena de muerte en contra de Maribel y Rafael Loera, los cuales son acusados del asesinato en primer grado de una menor y desde el año pasado están tras las rejas.
Los esposos Loera enfrentan cargos por asesinato en primer grado, abuso infantil, conspiración para cometer abuso infantil, ocultamiento de un cuerpo e incendio provocado de un inmueble. Si resultan culpables de todos los cargos, la Fiscalía presentará durante la sentencia, evidencia que demuestre que la conducta de la pareja fue “cruel, atroz y depravada”, con el fin de buscar para ellos la máxima pena.
También se tiene contemplado llamar al médico forense y antropólogo forense para que den su testimonio de la crueldad que padeció la víctima, así como los elementos de sufrimiento mental y emocional, informó Law&Crime a través de su sitio web.
La historia se dio en 2020, cuando el departamento de policía y de bomberos de Phoenix, respondieron una llamada de emergencia, en la que reportaban un incendio. En cuanto apagaron el fuego, las autoridades entraron a la casa y encontraron en el ático los restos óseos de un menor de edad que resultó ser Ana de 11 años, la hija adoptiva de Rafael y Maribel Loera.
El incendio se dio poco tiempo después de que el Departamento de Seguridad Infantil saliera de la casa de los Loera con tres niños para resguardarlos, ya que hubo denuncias de abuso grave contra ellos.
Maribel y Rafael Loera fueron detenidos y durante los interrogatorios, Rafael admitió que usó gasolina de su coche para incendiar su propia casa, pero además recalcó que envolvió el cadáver de Ana en una manta y la escondió en el ático de su casa, informó NBC Phoenix
En otras declaraciones, Rafael informó que Ana había enfermado en 2017, pero esperó varios días antes de buscar ayuda médica, cuando decidió llevarla en el camino la niña vómito y se convulsionó hasta perder la vida, antes de arribar al hospital. Por miedo de perder a sus otros hijos, decidió ocultar el cuerpo de la niña en el ático, informó AP.
Algunos testigos afirman que la última vez que vieron a Ana fue en 2016, por lo que es posible que Loera mienta con la fecha del deceso de la pequeña.
La pareja tiene otra audiencia para el primero de marzo de este año.
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