Gobernador Gavin Newsom proyecta cerrar el corredor de la muerte de la prisión estatal de San Quentin
Hasta el viernes se han trasladado 116 de los 673 reclusos varones condenados a una de las otras siete prisiones de máxima seguridad del estado; se buscan $1.5 millones de dólares del presupuesto para acondicionar el espacio
El gobernador de California, Gavin Newsom, tiene la intención de desmantelar el corredor de la muerte de la prisión estatal de San Quentin y convertir la sección en un “ambiente positivo y sanador”.
Hace tres años, Newsom impuso una moratoria a las ejecuciones y proyecta trasladar a todos los reclusos condenados a otras prisiones dentro de dos años.
“Estamos iniciando el proceso de cerrar el corredor de la muerte para reutilizar y transformar las unidades de vivienda actuales en algo innovador y anclado en la rehabilitación”, dijo la portavoz del departamento penitenciario, Vicky Waters, a The Associated Press.
La última ejecución que se llevó a cabo en California fue en 2006.
California es uno de los 28 estados que mantienen corredores de la muerte, junto con el gobierno de los Estados Unidos, de acuerdo con el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
Mientras que en otros estados del país han abolido las ejecuciones, como Illinois, California fusiona sus reclusos condenados con el resto de la población carcelaria sin esperar que ninguno se enfrente a una ejecución en un futuro cercano.
En 2019, Newsom impuso una moratoria a las ejecuciones y cerró la cámara de ejecución del estado en San Quentin, al norte de San Francisco.
Ya comenzó el traslado de condenados a otras prisiones
En enero de 2020, funcionarios penitenciarios comenzaron un programa piloto voluntario de 2 años el cual, hasta el viernes, había trasladado a 116 de los 673 reclusos varones condenados del estado a alguna de las otras siete prisiones que cuentan con instalaciones de máxima seguridad rodeadas de cercas electrificadas letales.
Waters dijo que se tiene la intención de presentar propuestas de regulaciones permanentes dentro de las próximas semanas que harían obligatorias la transferencias para permitir la reutilización de todas las viviendas del corredor de la muerte de San Quentin.
La medida de la boleta electoral que fue aprobada hace 6 años requería que los reclusos condenados participaran en trabajos penitenciarios, con el 70% del dinero destinado a la restitución de sus víctimas, y los funcionarios penitenciarios dijeron que ese es el objetivo con las transferencias.
Para finales del año pasado, se habían recaudado más de $49,000 dólares en restitución bajo el programa piloto.
El presupuesto propuesto por Newsom para el año fiscal que inicia el 1 de julio busca $1.5 millones de dólares para encontrar un nuevo uso para las viviendas vacías de los condenados.
El corredor de la muerte y sus actividades de apoyo están en la misma área que las instalaciones utilizadas para programas de rehabilitación para reclusos de seguridad media de San Quentin. El dinero se usaría para contratar a un consultor para “desarrollar opciones para (el) espacio enfocado en crear un ambiente positivo y curativo para brindar mayores oportunidades de rehabilitación, educación y atención médica”
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