Iván Reyes-Arzate, “La Reina”, dice que su “novia” lo dejó sin dinero ni propiedades y que su vida corre peligro en prisión
El excomandante de la Policía mexicano, Iván Reyes-Arzate, alias "La Reina", acusado de traicionar a la DEA, afirmó que su vida corre peligro en prisión, debido a que se filtró que era cooperante de fiscales en otros casos; también reveló que está "en quiebra"
Iván Reyes-Arzate, alias “La Reina”, afirmó que “está en quiebra” y que ha recibido amenazas en prisión, donde se filtró que sería cooperante de fiscales de Nueva York para otros casos, pero ninguno de esos argumentos le sirvió para reducir a sentencia de 10 años que el juez Brian Cogan le dictó.
“[El tiempo en prisión] ha sido un reto mental y físico”, dijo en la Corte de Distrito Este en Nueva York este miércoles. “Lo más difícil es la ausencia de mi familia”.
Se refirió a sus dos hijos y a su madre, pues su padre falleció el año pasado y no pudo acudir al funeral.
Previamente, su abogado Mark DeMarco afirmó que la novia de su cliente, acusado de narcotráfico y traicionar a la DEA, lo había abandonado; se apoderó de las propiedades y lo dejó “sin nada”, “en la quiebra”.
“Lo dejó y se llevó sus cosas… sus propiedades que acumuló legalmente. Se perdieron”, afirmó DeMarco en la audiencia. “[Su dinero], parte lo usó para pagar abogados en Illinois… Ella vendió las propiedades cuando la dejó en 2017”.
El abogado también dijo que su cliente había sido objeto de amenazas y consideraba que enfrentaba peligro en la prisión en Brooklyn, debido a que se había filtrado entre internos que era “un cooperante” de las autoridades estadounidenses.
“Ahí hay narcotraficantes… que él ayudó a detener… Está alrededor de gente a la que no le gustan los policías. Le han cuestionado su pasado policiaco”, aseguró el abogado DeMarco. “Era un respetado oficial de alto rango”.
El juez consideró que, hasta ahora, Reyes-Arzate ha sido protegido correctamente por oficiales de la prisión en Brooklyn, por lo que no tomaría una decisión, pero recomendaría la petición de la defensa, de que cumpla su sentencia en una cárcel en la Costa Oeste “para que su familia pueda visitarlo” más fácilmente.
Reyez-Arzate fue comandante de la Unidad de Investigación (SIU) de la entonces Policía Federal mexicana, entre 2003 y 2016, que colaboraba con agentes estadounidenses contra líderes de cárteles. Fue acusado por entregar información al grupo criminal El Seguimiento 39, una célula del cártel de Los Beltrán Leyva, a cambio de información para evitar la confiscación de droga.
Los fiscales dudaron en confirmar si Reyes-Arzate era o no cooperante, pero pidieron una reunión privada con el juez Cogan, quien luego afirmó que “no era cooperante”, aunque los argumentos de sentencia están protegidos.