Insulina más barata, $30 dólares por vial, podría llegar pronto a diabéticos sin seguro en los EE.UU.

Un consorcio de grandes hospitales de EE.UU., que hace cuatro años fue pionero en un sistema para aliviar la escasez crónica de medicamentos para pacientes hospitalizados mediante la producción de los suyos propios, busca alterar aún más el sistema farmacéutico con un intento de reducir drásticamente los costos de insulina para los diabéticos.

La empresa sin fines de lucro del consorcio, Civica Rx, dijo el jueves que planea fabricar y vender versiones genéricas de insulina a no más de $30 dólares por vial y $55 dólares por cinco cartuchos de pluma inyectora, una fracción de los precios de lista que actualmente oscilan entre $125 y más de $500 dólares.

La compañía dijo que espera comenzar a vender insulina en 2024, una vez que complete la construcción de una planta farmacéutica de 140,000 pies cuadrados en Petersburg, Virginia, según reportó The Washington Post.

También debe obtener la licencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Aunque faltan al menos dos años para concretarse, la medida podría aliviar los altos precios de la insulina cobrados por Eli Lilly, Sanofi-Aventis y Novo Nordisk que, según los defensores, han provocado que algunos pacientes de bajos ingresos racionen su insulina o se salten dosis.

Los altos precios de la insulina han sido denunciados durante años por defensores, médicos y miembros del Congreso.

Los diabéticos generalmente usan de dos a tres viales de insulina por mes, por lo que los costos pueden dispararse muy por encima de los $6,000 dólares al año para personas sin seguro, cobertura inadecuada o deducibles altos.

Trump se jactó de que fabricaba insulina tan barata que “es como el agua”, pero los estadounidenses con diabetes no están de acuerdo.

El presidente Biden, en su discurso del Estado de la Unión el martes, denunció a las compañías farmacéuticas por cobrar hasta 30 veces el costo de fabricación de $10 dólares por una ampolleta de insulina.

Repitió su pedido de un límite de precio de $35 dólares por mes para la insulina para pacientes con Medicare, Medicaid y seguros privados.

Esa propuesta está embotellada en el Congreso como parte de la iniciativa Build Back Better del presidente, que fue aprobada por la Cámara, pero estancada en el Senado.

Además, el límite de precio de la insulina de Biden no se aplicaría a las personas que no tienen seguro, que son los pacientes expuestos a los precios de lista más altos.

El problema del aumento de los precios de la insulina se ha visto exacerbado por la falta de competencia genérica. Los genéricos han tardado en llegar para la insulina, un descubrimiento de hace 100 años, porque es un fármaco biológico que requiere un marco regulatorio especial “biosimilar” de la Administración de Alimentos y Medicamentos que no se estableció por completo hasta 2020.

“Claramente, existe esta necesidad apremiante de hacer algo en beneficio de los pacientes”, dijo en una entrevista el director ejecutivo de Civica Rx, Martin VanTrieste.

“Queremos ser esa empresa de biosimilares que establece un estándar, que ofrece insulina de calidad al precio sostenible más bajo”.

Civica Rx está aproximadamente a dos tercios del camino en su objetivo de junta $125 millones de dólares en capital de sus hospitales miembros, fundaciones benéficas y planes de seguro Blue Cross Blue Shield.

Ha establecido una sociedad con una empresa india, Genesys, para fabricar un fármaco de insulina para su importación a los Estados Unidos.

La planta de Virginia luego terminará los medicamentos y llenará los viales, con una capacidad de hasta 100 millones de viales al año.

“Una vez que comience la producción, el negocio será sostenible sin la necesidad de más subsidios caritativos”, dijo VanTrieste.

El Congreso ha rechazado repetidamente los esfuerzos para reducir los costos de los medicamentos. El plan Civica Rx se encuentra entre una variedad de esfuerzos individuales de menor escala destinados a reducir los costos y mejorar la confiabilidad de los suministros.

La administración Trump respaldó a Phlow, una empresa privada vinculada a Civica Rx, con más de $400 millones de dólares en contratos para producir en el país los materiales de origen de los medicamentos, llamados ingredientes farmacéuticos activos.

Civica Rx se lanzó en 2018 para combatir las fallas del mercado que resultaron en escasez y aumentos de precios de medicamentos inyectables genéricos, desde esteroides hasta analgésicos, comúnmente utilizados en salas de pacientes hospitalizados, salas de emergencia y quirófanos.

Se expandió el año pasado con un plan para desarrollar algunos medicamentos genéricos para pacientes ambulatorios no revelados que, según dice, tienen precios crónicamente altos.

El precio de lista de la insulina aumentó en un 250 por ciento en un lapso de 10 años.

Desde 2020, solo unos pocos genéricos han llegado al mercado, pero dos de ellos eran “genéricos autorizados” acelerados por las empresas de marca.

La disponibilidad limitada y los precios, con descuentos del 50 por ciento de los precios de lista de la marca, han atraído críticas.

Bajo fuego por los altos precios, Eli Lilly prometió insulina más barata en 2019. El resultado ha enojado a algunos senadores

Un genérico de insulina llamado Semglee, que es una versión de la marca Lantus de Sanofi, ingresó al mercado en 2020. Su precio de lista de $125 dólares por vial, representa un descuento del 64 por ciento de Lantus, a $343 dólares por vial.

Incluso ese descuento no es suficiente para las personas sin seguro y con deducibles altos, sostienen los defensores. El costo de Semglee es más alto para las plumas de administración precargadas que hacen que la inyección sea más conveniente: $190 dólares.

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