Denuncian que alguaciles del Sheriff de Los Ángeles golpean la cabeza de los presos

Un informe ordenado por un tribunal de Los Ángeles evidenció el uso persistente de la fuerza en el sistema carcelario, en particular el empleo de golpes a la cabeza de los reos por parte de los guardias.

El informe, que fue presentado ante una corte de distrito de California, critica dichas prácticas por parte del Departamento del Alguacil del Condado de Los Ángeles (LASD) bajo la dirección del Sheriff Alex Villanueva.

El panel subrayó que los golpes a la cabeza están prohibidos por las políticas sobre el uso de fuerza, y señaló que esa práctica ha permanecido inalterada desde hace años, según informó este viernes la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) del sur de California.

“Los guardias golpean brutalmente en la cabeza a personas encarceladas, inician innecesariamente acciones de fuerza en vez de tomar acciones para evitarlas, y después falsean reportes para justificar sus acciones”, dijo en un comunicado Peter Eliasberg, abogado de ACLU.

“Estos problemas persisten porque los supervisores hacen caso omiso del uso excesivo de la fuerza y de la deshonestidad, y nadie es disciplinado”, añadió.

El reporte indica que el problema se complica por el hecho de que las revisiones por parte de supervisores de los casos de uso de fuerza casi nunca mencionan los golpes a la cabeza, por lo que la verdadera extensión del problema es desconocida.

Asimismo, destaca, los guardias que incurren en esta práctica son “asesorados” o enviados a entrenamiento correctivo, pero pocas veces se aplican medidas disciplinarias.

“Si bien el Departamento ha reconocido abiertamente este problema persistente en discusiones con los monitores y ahora contempla cambios en la forma en que los golpes son clasificados y reportados, ha habido poco cambio o progreso en más de dos años”, señala.

Otro problema persistente detectado es “la tendencia de los guardias de no llamar a un supervisor cuando enfrentan a un reo recalcitrante, como requieren las políticas”, o “poner las manos sobre un interno de forma innecesaria, derivando en uso de fuerza”.

“No vemos avance hacia un manejo profesional de situaciones de uso de fuerza. Es tiempo de que la cultura carcelaria deje de apoyar comportamientos prohibidos”, subraya el reporte, el décimo emitido por los monitores.

En su informe, el panel solicita una “conferencia de estatus” para abordar con el LASD ante la corte los problemas encontrados y buscar soluciones y determinar los pasos a seguir.

El panel supervisor de las cárceles de Los Ángeles fue designado por la corte como parte de un acuerdo de 2015 en el caso Rosas vs. Baca para abordar la violencia de los guardias contra los reos en las prisiones del condado.

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