Cómo hacer limpieza y sustitución de las bujías de tu auto en casa

Las bujías de un auto cumplen una función indispensable para el funcionamiento del sistema de arranque. Cuando este elemento presenta falla, esto se refleja de inmediato en el desempeño de nuestro automóvil de diversas formas:

• Aumento de consumo de combustible para enriquecer y cumplir con los estándares de la mezcla.
• Funcionamiento alterado de los sensores del sistema de inyección.
• Inestabilidad del ralentí (mínimo).
• Pérdida notable de potencia.
• Tironeo al arrancar.

Aunque no siempre que falla la aceleración de un auto sea cuestión de bujías como se suele pensar, este es el primer punto que se debe revisar ante una falla. También existe siempre la posibilidad de que alguno de los cilindros esté trabajando con dificultad e impida la correcta combustión.

Una manera rápida de verificar si las bujías de nuestro auto están trabajando bien es encender el motor y acelerarlo detenido dos o tres veces seguidas. Si tironea al hacerlo, el sistema eléctrico no está funcionando debidamente, por lo que sería aconsejable extraer las bujías y verificar.

Proceso de limpieza y cambio de bujía

Las bujías deben ser reemplazadas en los periodos recomendados por el fabricante en el manual de usuario. Igualmente este cambio ronda por lo general las 35 mil millas si son bujías de encendido de un vehículo a gasolina o las 75 mil millas si son de pre-ignición diésel.

La limpieza puede ayudar a extender un poco más su vida útil, pero nunca será tan efectivo como sustituirla cuando se recomienda. No es conveniente limpiarlas más de tres veces, en ese caso es mejor cambiarlas.

En la actualidad son pocos los modelos que requieren que se reajuste la distancia entre el electrodo central y lateral gracias a que suelen ser multielectrodo y el desgaste es equilibrado lo que ayuda a que la vida útil de la bujía se cumpla. Aunque si te toca hacerlo, lo recomendable es darles una limpieza.

Antes de quitar las bujías es fundamental marcarlas junto a los cables para que al tener que colocarlas de nuevo se haga de la misma manera. Hacerlo evitará problemas de reinstalación.

Se deben seguir los siguientes pasos:

Aflojar la bujía montada y proceder a limpiar la suciedad que se encuentre el orificio de montaje con aire a presión. Esto debe hacerse con el motor frío y la batería desconectada para evitar problemas de cortocircuito.

Luego se procede a destornillar la bujía una vez desconectados los cables o las bobinas (según el modelo) con ayuda de una llave dinamométrica y es allí donde se soplan los depósitos de orificio.

Si se va a limpiar la bujía se puede usar alcohol de 90 °C o algún limpiador específico recomendado en el mercado. Se puede rascar la bujía con un cepillo metálico, una aguja o ganchito o un cuchillo afilado.

Se debe comprobar que la distancia de los electrodos es de 0.020 y 0.080 pulgadas, por si la erosión los ha distanciado impidiendo que la chispa se produzca con la intensidad suficiente. Se puede calibrar reajustando el electrodo lateral.

Una vez que no presente impurezas y esté seca, y siempre que no esté agrietada volveremos a soplarla y pasarla por un paño seco antes de reinstalarla.

Para finalizar atornillaremos la bujía nueva o limpia hasta que haga tope. Después fijaremos el par de apriete que corresponda con la llave dinamométrica. No se recomienda hacerlo manualmente, muchas bujías fallan por no ser apretadas correctamente.

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