El ruso Bivol baja a Canelo Álvarez de las nubes y le propina su primera derrota en nueve años; el mexicano dice que quiere revancha
Dmitry Bivol demostró ser demasiado para la mayor estrella del boxeo; Canelo Álvarez no tuvo pegada en peso semicompleto y para el round 8 ya se veía exhausto al caer por decisión unánime
Dmitry Bivol maltrató a Canelo Álvarez como nadie lo había hecho. Crédito: Al Bello | Getty Images
LAS VEGAS – Antes de caminar al ring, Saúl “Canelo” Álvarez fue elevado por una plataforma cerca del túnel en la Arena T-Mobile mientras el público gritaba y se emocionaba al ver a la súper estrella mexicana en todo lo alto con efectos especiales a su alrededor. Pero para cuando la pelea contra el ruso Dmitry Bivol terminó, el mexicano literalmente había sido bajado de las nubes al ser derrotado con claridad.
Los tres jueces anotaron la pelea 115-113 a favor de Bivol (20-0), quien retuvo su campeonato mundial de peso semicompleto versión AMB. La pelea fue más dispareja de lo que las boletas de los jueces indicaron (La Opinión anotó 9 rounds para el ruso).
Canelo, quien vio rota una cadena de 16 peleas sin conocer la derrota desde su tropiezo contra Floyd Mayweather Jr. en 2013, dijo que le gustaría tener la revancha: “Esto no se queda así”.
Pero a juzgar por lo visto la noche del sábado, ésa tal vez sea una mala idea para el tapatío de 31 años de edad.
“En el boxeo se gana y se pierde. Me tocó perder, no voy a dar excusas”, dijo Álvarez (57-2-2) en el ring. “Pero así es el boxeo”.
Una hora más tarde, en la conferencia de prensa, Saúl Álvarez dijo reiteradamente que creía haber ganado la pelea y que la decisión adversa fue injusta, aunque reconoció que se cansó en la parte final del combate.
Dmitry Bivol penetró la defensa de Canelo Álvarez
Después de los cuatro primeros rounds que fueron parejos, con Bivol trabajando su jab y Canelo soltando cañonazos de derecha que con frecuencia fueron a los brazos del campeón, el ruso explotó en el quinto asalto cuando empezó a dar la sensación de que podía ganar e incluso noquear a Álvarez al penetrar su defensa con golpes rectos a ambas manos.
El mexicano, en un momento viéndose agobiado contra las cuerdas, bajó las manos y le hizo un gesto al ruso como pidiéndole más golpes, pero también como pidiéndole respeto por ser la mayor estrella y el amplio favorito en el combate.
Canelo siguió siendo superado en los rounds 7 y 8, cuando su oponente entendía que contaba con el boxeo y la fuerza para hacer su pelea; supo entender su oportunidad de gloria ante la sorpresa del público y las muchas celebridades presentes en la T-Mobile Arena.
El mexicano, que visitó la lona en el round 8 por un forcejeo mostrando ya mucho agotamiento, salió con todo lo que tenía en el noveno asalto posiblemente al darse cuenta de la urgencia, y aunque empezó bien con su ataque, incluso levantando a muchos de los fans de sus asientos, Álvarez fue perdiendo gas conforme avanzó el round.
De ahí en adelante nunca volvió a ser peligroso contra un peleador más grande, que se defendía bien y que boxeaba cuando tenía que hacerlo. Bivol sorprendió con su facilidad de manos, su astucia para no caer en las trampas que Álvarez le tendía para tratar de contragolpearlo y la única duda era si el ruso tenía suficiente condición física para aguantar el ritmo del pleito. Esto último no fue problema.
En el round 12, Álvarez en realidad no fue mucho al frente ante cierta desesperación de sus seguidores en la arena, y fue Bivol quien lanzó más y conectó los mejores golpes. Resulta que según la anotación de los jueces, si el mexicano hubiese ganado ese round final, la decisión habría sido de empate.
Saúl Álvarez, que ya había sido campeón de peso semicompleto tras noquear en 2019 al también ruso Sergey Kovalev, expresó durante meses previos interés en tratar de unificar la división de las 175 libras tal y como lo hizo entre 2020 y 2021 en los supermedianos, algo que nunca había sido logrado en la era de los cuatro organismos mundiales.
Esa intención bien pudiera haber expirado en el ring de la Arena T-Mobile en el fin de semana del Cinco de Mayo.
Antes de la espectacular aparición de Álvarez, que incluyó juegos pirotécnicos y chinas poblanas luciendo sus vestidos al ritmo de ‘México Lindo y Querido’, se interpretaron los himnos nacionales de México y Estados Unidos, pero no el de Rusia.
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