Presidente alemán acusa a Putin de romper “la era de una Europa en paz”
Frank Walter Steinmeier acusó a Vladímir Putin, de haber roto "el sueño de una era de la Europa en paz" para implantar "la pesadilla" de una "guerra brutal e ilegítima", desde su posición de "potencia atómica"
El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, acusó este domingo al líder del Kremlin, Vladímir Putin, de haber roto “el sueño de una era de la Europa en paz” para implantar “la pesadilla” de una “guerra brutal e ilegítima”, desde su posición de “potencia atómica”.
“Hoy, en este 8 de mayo, el sueño de una casa común europea y en paz se rompió; en su lugar se impuso la pesadilla”, afirmó Steinmeier, en un acto de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), en ocasión del 77 aniversario de la Capitulación del Tercer Reich.
La guerra de agresión desatada por Putin “destruye el orden pacífico europeo logrado y mantenido desde el fin de la II Guerra Mundial”, añadió Steinmeier.
La intervención de Steinmeier abrió los actos del aniversario de la derrota del nazismo por los aliados marcado por la guerra en Ucrania y en el que el canciller alemán, Olaf Scholz, dirigirá por la noche un mensaje televisado a sus conciudadanos.
A los actos en Alemania se suma la visita a Kiev de la presidenta del Parlamento (Bundestag), la socialdemócrata Bärbel Bas, en su calidad de segunda máxima representante del país, tras Steinmeier.
El viaje de Bas es el primero que realiza una figura política alemana de máximo rango a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero pasado. Sigue a la conversación mantenida el pasado jueves entre Steinmeier y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, destinada a dirimir los disensos bilaterales.
El punto álgido de esos disensos fue el desaire al presidente alemán, quien vio frustrado su propósito de viajar con sus homológos polaco y bálticos a Kiev, al serle trasladado que no era bienvenido ahí.
A Steinmeier se le identifica con la línea tibia frente a Moscú mantenida por sucesivos gobiernos alemanes. Fue ministro de la Cancillería bajo su correligionario, el socialdemócrata Gerhard Schröder, y luego titular de Exteriores durante dos legislaturas de la conservadora Angela Merkel.
En ocasión de este aniversario de la Capitulación nazi, las autoridades alemanas han reforzado las medidas de seguridad. Hay unas 50 convocatorias entre el domingo y el lunes, entre ellas algunas organizadas por grupos prorrusos y ultraderechistas.
En Berlín hay concentraciones entre hoy y mañana, tanto en el monumento al ejército soviético del Tiergarten, en las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo, como en parque de Treptow, donde habitualmente se ha rendido homenaje a los 80.000 soldados soviéticos caídos en la batalla de Berlín, unos 7.000 de los cuales están enterrados en ese lugar.
La policía berlinesa ha prohibido en unos quince puntos de la capital la exhibición de banderas rusas y ucranianas para evitar confrontaciones.
El embajador ucraniano, Andrij Melnuk, quien calificó de bofetada la prohibición relativa al símbolo de su país, fue recibido con abucheos al acudir al monumento del Tiergarten para depositar una corona de flores
Para el lunes se ha preparado un dispositivo especial ante la convocatoria de una marcha desde los dos tanques “T.34” del monumento del Tiergarten a la imponente estatua, de 30 metros de alto, de un soldado soviético aplastando con su espada una cruz gamada, en Treptow.
La Capitulación se firmó por parte de Alemania la noche del 8 al 9 de mayo, en Karlshorst, en las afueras de Berlín. El 30 de abril, Adolf Hitler se había suicidado en su búnker y dos días después un soldado del ejército soviético, el primero entre los aliados que entró en la capital, colgó su bandera sobre el Reichstag.
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