Quicksink GBU-31: cómo es la bomba creada por el Ejército capaz de hundir un barco en segundos

Las nuevas bombas Quicksink GBU-31 son capaces de impactar con precisión en sus objetivos gracias a que incorporan un sistema GPS

F-15E Strike Eagle

La última prueba de las Quicksink GBU-31 fue realizada utilizando un F-15E Strike Eagle  Crédito: THOMAS COEX | AFP / Getty Images

El Ejército presentó una nueva tecnología que es capaz de convertir bombas convencionales en armas guiadas de alta precisión con las que es posible partir en dos un barco. En videos compartidos por Internet se puede apreciar el impacto causado por esta clase de bombas durante los ejercicios de prueba de este tipo de munición.

Este tipo de bombas son denominadas como Quicksink GBU-31 y se espera que se conviertan en una “nueva versión de los torpedos”. En tal sentido una de las principales ventajas de estas bombas es que pueden ser arrojadas desde cualquier tipo de aeronave, lo que en términos operativos puede llegar a significar una reducción en los gastos del Ejército.

A esto se suma también que al convertir las bombas ya existentes en armas guiadas, Estados Unidos podría ahorrarse cientos de millones de dólares en la fabricación de este tipo de munición de alta precisión, la cual requiere inversiones mucho más altas.

Las Quicksink GBU-31 han sido posibles gracias al trabajo conjunto de la Fuerza Aérea y la Marina de EE UU. De acuerdo con la información publicada hasta el momento, realizar la conversión de una bomba convencional a un arma de precisión solamente requiere la instalación de un kit llamado JDAM, el cual es fabricado por Boeing.

Este sistema le aporta a la bomba un sistema de navegación por GPS el cual le permite impactar en el objetivo seleccionado. Unas de las características que predomina de estas municiones es que son altamente versátiles debido a que es posible ingresar las coordenadas del objetivo que se desea impactar antes del despegue, mientras el avión se encuentra en vuelo, o incluso segundos antes de ser liberadas.

La última prueba documentada del Quicksink GBU-31 se realizó el pasado 28 de abril en las costas de Florida cuando un avión F-15E Strike Eagle lanzó una bomba de más de 1,900 libras.

Durante la prueba el objetivo utilizado por los militares fue un antiguo carguero. Según los datos oficiales, luego de ser impactada por la bomba, la embarcación se hundió en 39 segundos. El rápido hundimiento del carguero evidencia los graves daños que puede ocasionar una Quicksink GBU-31, algo sumamente importante en el hipotético caso de que tenga que llegar a ser utilizada en batalla.

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