Subastan cucarachas alimentadas con polvo lunar por la Nasa

Una compañía de subastas puso a la venta un lote de cucarachas que fueron utilizadas durante la Misión Apolo 11 llevada a cabo por la Nasa en 1969. Una particularidad de este artículo en subasta es el hecho de que los especímenes, según detalla RR Auction, fueron alimentados con polvo lunar.

Desde la compañía explican que el kit que las cucarachas formaron parte de un experimento que buscaba estudiar los posibles efectos patológicos que el consumo de este tipo de material podía generar en los insectos.

“Estas muestras experimentales provienen de la colección de la Dra. Marion Brooks, entomóloga de la Universidad de St. Paul contratada por la NASA para realizar el experimento. Incluye una carta de procedencia de su hija, así como fotocopias de la documentación que demuestra su afiliación con la NASA y un reportaje contemporáneo sobre su interesante trabajo”, se lee en la reseña de la subasta publicada por RR Auction en su sitio web.

Esta subasta representa un hecho inédito pues son muy pocas las oportunidades en las que cualquier persona puede llegar a tener contacto con polvo proveniente de la Luna fuera de las instalaciones de la Nasa, menos aún el poder ser dueño de él.

“La Nasa mantiene una estrecha vigilancia sobre el material lunar devuelto por las misiones Apolo, lo que hace que sea prácticamente imposible de obtener”, describe la compañía.

Es por esta razón que los montos ofertados previo a que se realice la subasta, el próximo 23 de junio, se espera que pueda alcanzar precios estratosféricos. Hasta el momento la plataforma de RR Auction refleja que se han realizado un total de 7 pujas, cuyo máximo actual es $21,438. Esto permite inferir que dicho número continuará aumentando conforme se acerque la fecha de la subasta.

¿Por qué usar el polvo lunar como alimento?

Si bien actualmente puede resultar difícil de comprender las razones de los científicos para utilizar el polvo lunar como alimento para cucarachas, para finales de los años 60 esto era una de las formas más prácticas para comprender si este compuesto podría llegar a ser perjudicial para la salúd de seres vivos.

Este fue precisamente el descubrimiento realizado por la doctora Brooks luego de realizar el experimento y hallar que las cucarachas no presentaban ningún tipo de indicio de haber sido afectadas por el regolito, como también se le conoce al polvo lunar.

“Después de este experimento inicial, se encargó al Dr. Brooks que diseccionara las cucarachas para preparar cortes histológicos en portaobjetos de vidrio. Luego los examinó en busca de evidencia de condiciones patológicas causadas por la ingestión del material extraterrestre. No encontró evidencia de enfermedades o patógenos, y se sorprendió al observar que las partículas lunares no causaron daño a las células del estómago de las cucarachas”, refiere la casa de subastas.

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