La Cumbre de las Américas tendrá ausencias de líderes clave para acuerdos sobre inmigración

Por distintos motivos, los presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México no acudirán a la Cumbre de las Américas, donde se espera que haya una intensa discusión sobre asuntos migratorios, pero queda duda del alcance de posibles acuerdos sin la presencia de los líderes de países clave en la región.

Aunque dichas naciones serán representadas por sus funcionarios en relaciones exteriores, la ausencia de los jefes de Estado dejará demasiadas preguntas abiertas sobre el verdadero impacto de los acuerdos en inmigración e inversiones en Centroamérica.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que el presidente Joe Biden sabía por adelantado que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador no asistiría, porque “no se invitó a todos los países”.

El mandatario mexicano había presionado a la Administración Biden para invitar a Nicaragua, Venezuela y Cuba, pero este lunes se confirmó que no fueron convocados.

“Simplemente no creemos que se deba invitar a los dictadores. No nos arrepentimos y el presidente se mantendrá fiel a su principio”, dijo Jean-Pierre en conferencia.

México estará representado por el canciller Marcelo Ebrard, quien ha liderado varios encuentros de alto nivel con autoridades estadounidense en materia migratoria, de seguridad y económica.

También los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele; Honduras, Xiomara Castro, y Guatemala, Alejandro Giammattei, enviarán comitivas. Las tres naciones son esenciales en los planes de la Administración Biden para reducir la inmigración irregular.

Jean-Pierre insistió en que la ausencia de México –como el principal socio en Latinoamérica– no impediría el progreso en la Cumbre que se celebra en Los Ángeles, California del 6 al 10 de junio. Agregó que habrá 23 mandatarios.

La portavoz reconoció la importancia de México y el diálogo que se estableció, incluso con la intervención directa del presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.

“Hemos tenido un compromiso sincero con el presidente López Obrador y con otros socios regionales durante más de un mes con respecto al tema de las invitaciones a la cumbre”, dijo Jean-Pierre. “Es importante reconocer que hay una variedad de puntos de vista sobre este tema en nuestro hemisferio, como los hay en los Estados Unidos. La posición principal del presidente es que no creemos que se deba invitar a dictadores”.

Además del plan para Centroamérica, México debe lidiar con los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), que la Administración Biden tuvo que reinstalar ante una orden judicial. A ese programa se suma el Título 42, el cual permite la expulsión expedita de inmigrantes, ya sea a México o a sus países de origen.

“Siempre hay preguntas sobre quién viene y quién no, pero también debemos hablar y centrarnos en cuál es el propósito de esta reunión”, consideró Jean-Pierre, quien agregó que una semana es importante, pero no la que define la agenda de EE.UU. en la región.

Agregó que a pesar de la ausencia de México se tienen acuerdos importantes en inmigración, economía y seguridad.

El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez (Nueva Jersey), dijo que el presidente mexicano rechazó acudir a la cumbre para ponerse de lado de “tiranos”, “déspotas” y “matones”.

Los encuentros de alto nivel ocurrirán entre el 8 y 10 de junio. El presidente Biden llegará a Los Ángeles el miércoles.