Amnistía Internacional denuncia que Rusia cometió crímenes de guerra en Kharkiv y usó municiones de racimo
La organización envió un informe en donde detalla que los repetidos bombardeos en lugares residenciales de la ciudad son ataques indiscriminados que mataron e hirieron a cientos de civiles
Amnistía Internacional reveló a través de un informe que Rusia ha cometido crímenes de guerra en la ciudad de Kharkiv ubicada al noroeste de la capital Kiev, así como el uso de municiones de racimo que son peligrosas para los ciudadanos.
La ofensiva rusa en la ciudad de ucraniana fue una “campaña implacable de bombardeos indiscriminados” contra la segunda ciudad más grande del país, asegura el informe.
El director del departamento médico de la Administración Militar Regional de Kharkiv explicó a Amnistía Internacional que alrededor de 606 civiles murieron y más de mil resultaron heridos desde el comienzo de la guerra hasta el 28 de abril, lo que significa que las últimas seis semanas de la batalla no están incluidas en esas cuentas.
“Los repetidos bombardeos de barrios residenciales en Kharkiv son ataques indiscriminados que mataron e hirieron a cientos de civiles y, como tales, constituyen crímenes de guerra. Esto es cierto tanto para los ataques realizados con racimo como para los realizados con otro tipo de cohetes no guiados y proyectiles de artillería no guiados, que son indiscriminados cuando se utilizan en las cercanías de concentraciones de civiles”, afirma el informe.
La oficina del fiscal general de Ucrania abrió casi 15 mil casos de presuntos crímenes de guerra, incluido el ataque a civiles en donde las fuerzas militares hicieron uso de fuerza contra la población. Existen otros 7 mil casos relacionados con el crimen de agresión en otras ciudades de Ucrania que se han revelado, desde que inició la guerra hace casi cuatro meses.
“El uso continuo de armas explosivas tan imprecisas en áreas civiles pobladas, sabiendo que están causando repetidamente un gran número de víctimas civiles, puede incluso equivaler a dirigir ataques contra la población civil”, agregó la organización.
“Los investigadores de Amnistía Internacional documentaron siete grupos de ataques con municiones en diferentes barrios de toda la ciudad, donde encontraron aletas y perdigones, fragmentos de sub-municiones en racimo, así como fragmentos de cohetes Uragan, que se sabe que transportan tales municiones”, así detalló el informe presentando.
La Convención sobre Municiones en Racimo prohíbe su uso como resultado del daño indiscriminado que puede causar a los civiles. “Las bombas de racimo son intrínsecamente indiscriminadas”, puntualizó Amnistía.
“Las municiones en racimo tienen una alta tasa de fallas, con un alto porcentaje que no explotan al impactar y, por lo tanto, se convierten en minas terrestres que representan una amenaza para los civiles mucho después del despliegue”, mencionó.
Funcionarios occidentales han acusado a los soldados rusos de cometer crímenes de guerra contra los pobladores de las ciudades que han invadido.
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