Sicarios siembran el terror en Sonora, tras la captura de un policía buscado por la DEA

El arresto de Benito Barrios Maldonado, conocido como “El Comandante”, provocó la respuesta de un grupo del crimen organizado

Policías municipales

Tras el enfrentamiento se activó el Código Rojo y se inició una persecución para detener a los agresores. Crédito: Archivo/Yuri Cortez | AFP / Getty Images

Los habitantes del municipio de Caborca, Sonora, vivieron una tarde de terror, luego de una serie de enfrentamientos derivados de la captura de Benito Barrios Maldonado, un oficial de la Agencia Ministerial del estado, conocido como “El Comandante”, por tener nexos con el crimen organizado.

El detenido es considerado un fugitivo de alta importancia por la DEA, por lo que fue trasladado de manera inmediata a las instalaciones de la Fiscalía General de la República en Hermosillo, para iniciar el proceso de extradición.

Sin embargo, este arresto provocó la respuesta de un grupo del crimen organizado, el cual atacó la comandancia de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, corporación a la que pertenecía el detenido.

Tras este hecho, se activó el Código Rojo y se inició una persecución para detener a los agresores. De acuerdo con la Fiscalía estatal, uno de los presuntos sicarios resultó lesionado durante el enfrentamiento.

De acuerdo con medios locales, se realizaron ataques consecutivos en diversos puntos de Caborca, y se habla del secuestro de algunas personas por parte del comando armado.

Horas más tarde, se reportó el hallazgo de tres hombres ejecutados y el secuestro de seis personas en hechos distintos, además de que varias viviendas fueron baleadas y dos de ellas incendiadas.

Durante las últimas semanas, la ola de violencia aumentó considerablemente en el estado de Sonora, pues además de los ataques registrados en Caborca, otro hecho que acaparó la atención de los medios fue la detención de Francisco Torres Carranza, alias “El Duranguillo”, a manos de un grupo de militares.

En esa ocasión también hubo respuesta por parte de la delincuencia organizada, pues decenas de sicarios rodearon a los soldados para tratar de liberar al detenido, e incluso intentaron sobornar a los elementos del Ejército con 10 millones de pesos a cambio de soltarlo. Pese a la tensión que se vivió, los militares no cedieron y todo culminó con una balacera, cuyas imágenes fueron difundidas a través de las redes sociales.

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