Renuncia a su trabajo en el que ganaba miles de dólares para ser psíquica de animales
En el video cuenta que todo inició en 2020 cuando comenzó con la investigación sobre los pasos que tenía que dar para lograr su cometido
Nikki Vasconez es el nombre de la fémina que se desempeñaba como abogada en un prestigioso bufete. Crédito: TikTok @nikkivasconez | Cortesía
Bien dicen que el dinero no lo es todo en el mundo, al menos así es para una mujer que renunció a su trabajo en el que percibía un alto salario para cumplir su sueño.
Nikki Vasconez es el nombre de la fémina que se desempeñaba como abogada en un prestigioso bufete, por lo que ganaba 75 mil dólares al año; sin embargo, de un momento a otro decidió dejar este empleo para buscar ser psíquica de animales, ya que su más grande anhelo es poder comunicarse con ellos.
A través de su cuenta de TikTok, red social que se ha convertido en la preferida de millones de personas en el mundo, fue donde la licenciada en derecho compartió cómo nació la idea de querer hablar con los animales. En el video cuenta que todo inició en 2020 cuando comenzó con la investigación sobre los pasos que tenía que dar para lograr su cometido.
“Comencé practicando gratis con las mascotas de familiares y amigos y con los animales de algunos extraños, pero tan pronto como creé las cuentas de las redes sociales, comencé a obtener un seguimiento constante, y no pasó mucho tiempo antes de que las solicitudes comenzaran a llegar”, expresó en el clip.
“Cuando configuré mi cuenta de TikTok, gané 175 mil seguidores en unos meses, para enero de 2022, tuve que dejar de aceptar citas porque estaba atascada de trabajo”, añadió sobre la gran popularidad que ha obtenido en la plataforma china.
Además de vivir un gran presente al asegurar que renunció a su anterior trabajo por lo desgastante que era, la mujer ayuda a sus seguidores a comunicarse de la mejor manera con sus mascotas.
“Era tan miserable en mi trabajo anterior, trabajaba muchas horas y no estaba contenta, pero tenía demasiado miedo de cambiar”, reveló.
Y finalizó: “Cuando me comunico con los animales, a veces veo imágenes en mis ojos o escucho frases particulares. No escucho sus acentos o tono de voz, pero siempre puedo sentir su personalidad. De los animales con los que he hablado, que han fallecido, nunca están molestos, enojados o guardan rencor”.
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