Embajador de EE.UU. en México contradice a la DEA: “Aprehensión de Caro Quintero fue realizada exclusivamente por el Gobierno mexicano”

La polémica por el arresto del narcotraficante Rafael Caro Quintero está desatando una nueva batalla política incluso entre funcionarios estadounidenses, debido a que pone bajo cuestionamiento la forma en que ahora operan agentes de la DEA en territorio mexicano.

Aunque la administradora de la DEA, Anne Milgram, presumió que la captura de Caro Quintero la semana pasada fue con un operativo coordinado entre esa agencia y autoridades mexicanas, el embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, afirma lo contrario.

“La aprehensión de Caro Quintero fue realizada exclusivamente por el Gobierno mexicano”, dijo Salazar en un comunicado. “Para aclarar, ningún personal de los Estados Unidos participó en la operación táctica que resultó en el arresto de Caro Quintero”.

Milgram celebró la captura de Caro Quintero, señalado por la tortura y el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.

“Nuestro increíble equipo de la DEA en México trabajó en colaboración con las autoridades mexicanas para capturar y arrestar a Rafael Caro Quintero”, dijo Milgram el viernes. “El arresto de hoy [viernes] es el resultado de años de sangre, sudor y lágrimas”.

Sin embargo, el embajador Salazar insistió que la Secretaría de Marina fue la que realizó el operativo, por lo que felicitó a esa fuerza armada mexicana y lamentó la muerte de 14 soldados.

Salazar destacó que la detención del narcotraficante, quien operaba en Sonora, es un gran éxito para los gobiernos mexicano y estadounidense.

“El arresto de alguien que durante mucho tiempo aterrorizó a los ciudadanos mexicanos y está implicado en la tortura y muerte de un agente de la DEA es un hito no solo para nuestros gobiernos, sino también para la gente de nuestros países”, dijo Salazar. “La exitosa operación mexicana ejemplifica lo que podemos lograr al trabajar juntos para salvaguardar a los ciudadanos de México y los Estados Unidos”.

Las contradicciones entre Salazar y Milgram ocurren luego de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador presionara a los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden para modificar la forma en que operan agentes de la DEA en México.

Ese debate ocurrió en medio de polémica por la liberación del general Salvador Cienfuegos, quien había sido acusado de narcotráfico, pero el presidente mexicano exigió su liberación y negoció directamente con la Administración Trump.

La decisión de liberar a Cienfuegos sorprendió en el Tribunal del Distrito Este, donde los fiscales a cargo tuvieron que explicar la “inusual” determinación sobre un personaje de alto nivel con nexos con el crimen organizado.

En el marco del Entendimiento Bicentenario, la Administración Biden negoció un nuevo acuerdo sobre la forma de desplegar agentes de la DEA en México, luego de que López Obrador acusara corrupción entre sus miembros que operaban en aquel país.

Hace más de un año, el Gobierno mexicano desmanteló la Unidad de Investigación (SIU) de la Policía Federal mexicana que colaboraba con agentes estadounidenses contra líderes de cárteles, al considerar que estaba “infiltrada” por el crimen organizado.

De hecho, tres altos exmandos policiacos mexicanos que coordinaron trabajos en esa agencias enfrentan procesos en tribunales en EE.UU., incluido el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

El 9 de febrero de este año, los fiscales del Distrito Este, con sede en Nueva York, trastabillaron sobre si el exdirectior de ls SIU, Iván Reyes-Arzate, alias “La Reina”, era un testigo cooperante, momentos antes de que el juez Brian Cogan le dictara una sentencia de 10 años por narcotráfico y traicionar a la DEA. 

La Administración Biden pedirá la extradición de Caro Quintero.