Cecilia Flores lleva siete años buscando a sus hijos desaparecidos en Sonora, pero no se rinde
Durante todo este tiempo se le ha visto en terrenos baldíos, ranchos, barrancas o campos de cultivo tratando de encontrar a sus seres queridos
México es uno de los países con el mayor índice de personas desaparecidas, muchas de las cuales han sido víctimas de diversos grupos del crimen organizado.
Por la misma razón, alrededor de todo el territorio nacional se han creado varios colectivos de búsqueda, en su mayoría formados por madres de las personas cuyo paradero se desconoce.
Uno de ellos es el grupo llamado “Madres Buscadoras de Sonora”, el cual fue fundado por Cecilia Flores, quien lleva siete años deseando encontrar a sus dos hijos, Alejandro y Marco Antonio, secuestrados por la delincuencia organizada en Sinaloa y Sonora.
Durante todo este tiempo se le ha visto en terrenos baldíos, ranchos, barrancas o campos de cultivo en diversos estados mexicanos, realizando excavaciones junto con otras mujeres, para tratar de encontrar a sus seres queridos.
Una de sus más recientes búsquedas se dio en una casa abandonada en el municipio de Tlajomulco, Jalisco, en donde realizan sus labores sin el apoyo de las autoridades.
En cambio, según reveló Cecilia a medios locales, en el lugar hay varios menores de edad merodeando sus actividades y haciendo preguntas desconcertantes, lo que las hace sospechar de que fueron enviados por algún grupo del crimen organizado.
“¿Encontraron vivos?”, pregunta un niño, pero otro de su mismo tamaño le responde “Ay sí, abajo de la tierra”. Otro niño pregunta “¿cuántos muertos han encontrado?”, pero nadie les responde.
Esta no ha sido la única ocasión en la que Cecilia y otras madres buscadoras son acosadas, pues hubo una vez en la que un sicario le apuntó a la cabeza y le ordenó que se arrodillara.
“Pensaba que me iban a matar, así que miré a los ojos al que me apuntaba y le dije: ‘Si me vas a matar, dispárame de frente y piensa en tu madre porque ella, el día que tú desaparezcas, te estará buscando como yo busco a mis hijos’”.
Asimismo, en julio de 2021, un comando llegó a la casa de su compañera Aranza Ramos, en Sinaloa. La mujer de 27 años llevaba seis meses buscando a su marido desaparecido. Fue asesinada esa misma noche. Horas después, una llamada alertó a Cecilia: la muerte de Ramos era una advertencia, y ella era la siguiente.
En entrevista con El País, Cecilia dijo que está enojada con Dios por permitir el calvario que atraviesa, pero el hallazgo de varios cuerpos a lo largo de estos años la motiva a seguir hasta encontrar a sus hijos.
También te puede interesar:
– Rancho Dolores, el centro de exterminio en Chihuahua con más de 5,000 restos óseos.
– Madres de personas desaparecidas descubren bolsas con restos humanos en Jalisco.