Joe Biden pedirá al Congreso $35 mil millones adicionales en fondos para la Policía
El presidente también propone endurecer las penas por el tráfico del fentanilo y pide al Congreso que verifique que las plataformas de comercio electrónico tengan información real de los vendedores
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pedirá este jueves al Congreso $35 mil millones de dólares adicionales en fondos para la Policía, pese a que miembros de su partido mostraron su acuerdo en el pasado con el movimiento “quiten fondos a la Policía” tras la muerte del afroamericano George Floyd en 2020.
En una llamada con periodistas, una alta funcionaria de la Casa Blanca explicó que Biden solicitará al Congreso $35 mil millones de dólares adicionales a los $2 mil millones ya previamente anunciados, lo que situaría el presupuesto federal dedicado a las fuerzas de seguridad en un total de $37 mil millones de dólares.
“El presidente cree que debemos hacer más para reducir el crimen y salvar vidas”, dijo la funcionaria.
Este dinero se destinaría a proveer más fondos a la Policía -incluyendo la contratación y formación de 100 mil nuevos agentes en todo el país- y a “promover la persecución judicial efectiva” de los crímenes para que evitar que los reincidentes vuelvan a la calle.
Además, Biden también propone endurecer las penas por el tráfico del opiáceo fentanilo y pide al Congreso que legisle para que las plataformas de comercio electrónico como Amazon verifiquen la información de los vendedores y sean sancionadas si en ellas se venden productos robados.
El presidente sugiere también la creación de un plan financiado con $15 mil millones de dólares (parte de los 37.000 millones) para que las ciudades y los estados del país desarrollen estrategias para prevenir el crimen violento y reduzcan el trabajo de la Policía identificando situaciones no violentas que no requieran de su participación y puedan solventarse mediante un trabajador social.
El Partido Demócrata, al que pertenece Biden, evitó en líneas generales censurar el movimiento “quiten fondos a la Policía” que tomó gran fuerza en EE.UU. tras el asesinato de Floyd a manos de un agente en 2020, y algunos de sus representantes más progresistas incluso se sumaron a él.
En los últimos meses, sin embargo, los dirigentes del partido han tratado de desvincularse al máximo de este movimiento y han reforzado su imagen como aliados de los cuerpos policiales, especialmente a medida que se acercan las elecciones legislativas de noviembre, en las que la seguridad está llamada a ser una de las cuestiones que más condicionen los comicios.
El crimen violento se ha disparado en las ciudades de Estados Unidos desde el inicio de la pandemia de covid-19 en 2020 y grandes urbes como Nueva York, Chicago y Houston han experimentado incrementos en el número de homicidios de más del 45 % respecto a antes de 2020.
En metrópolis como Los Ángeles o San Francisco, el aumento de robos en casas y vehículos se ha convertido en uno de los principales motivos de queja de la ciudadanía, y ha desatado iniciativas populares para echar a los fiscales de ambas ciudades al considerarlos demasiado tolerantes con el crimen.
En el caso de San Francisco, los electores ya echaron al fiscal Chesa Boudin en junio; y en Los Ángeles está ya en marcha el proceso contra el fiscal George Gascón.
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