Kushner, yerno de Trump, acusó en su libro que John Kelly escuchaba en secreto todas las llamadas del presidente y un día hasta empujó a Ivanka

John Kelly estaba “escuchando todas” las conversaciones del presidente Donald Trump en secreto sin decírselo, reveló el “primer” yerno Jared Kushner en su próximo libro.

Kushner escribió que Trump no sabía que el ex general del Cuerpo de Marines convertido en jefe de gabinete de la Casa Blanca escuchaba sus llamadas telefónicas hasta que se anunció la partida de Kelly a fines de 2018.

La revelación preocupó tanto a Trump que, después de que Kelly se fue, emitió una orden para evitar que cualquier otro miembro del personal de alto rango de la Casa Blanca espiara sus llamadas, escribió Kushner en su libro “Breaking History”, que saldrá publicado este mes.

El yerno de Trump describió su propia relación tensa con Kelly, incluida la forma en que el jefe de gabinete restringió el acceso de Kushner a información clasificada y le prohibió las conversaciones sobre la apertura de una embajada de Estados Unidos en Jerusalén.

El jefe de gabinete interino entrante, Mick Mulvaney, alertó que Kelly vigilaba las llamadas de Trump antes de una cena el 28 de diciembre de 2018 en la residencia oficial del vicepresidente Mike Pence, escribió Kushner, antes del último día oficial de Kelly, el 2 de enero.

“Antes de partir, Mulvaney y yo nos reunimos con el presidente para discutir su próxima agenda. Luego, Mulvaney le entregó a Trump un documento para que lo firmara”, relató Kushner.

Mulvaney le dijo a Trump: “Esto terminará con la práctica que comenzó Kelly de escuchar todas sus llamadas telefónicas”.

Mulvaney “explicó que Kelly se había dado a sí mismo la capacidad de escuchar subrepticiamente las llamadas del presidente”, según el relato.

Kushner escribió que Trump estaba furioso al escuchar que Kelly, con quien luego tuvo una amarga ruptura pública, estaba escuchando llamadas sin su conocimiento.

“‘¿Kelly hizo qué?’, preguntó el presidente, atónito por la invasión de la privacidad”, escribió Kushner.

Trump añadió: “Termina eso de inmediato”.

Según informes anteriores, Trump a veces advertía a sus contactos que evitaran la centralita de la Casa Blanca, porque sospechaba que Kelly controlaba quién lo llamaba.

No se informó anteriormente que Kelly supuestamente vigilaba el audio de las llamadas a Trump. Una persona familiarizada con las afirmaciones de Kushner apoyó su versión.

La fuente le dijo al diario New York Post que las escuchas de Kelly “era posible y estaba sucediendo” y que era “totalmente inapropiado que el jefe, o cualquiera, escuchara las llamadas (de Trump) sin informar al presidente”.

Durante sus aproximadamente 17 meses como jefe de gabinete de la Casa Blanca, Kelly se jactó en privado de controlar los impulsos de Trump y trató de imponer el orden después de los turbulentos seis meses iniciales de Trump en el cargo.

Pero Kushner escribió que creía que Kelly también actuó tácticamente para orientar las decisiones políticas.

Kelly le quitó la autorización de seguridad ultrasecreta a Kushner y dijo que “no podemos tener otra situación con Rob Porter”, a pesar de admitir en privado que el FBI no levantó ninguna señal de alerta sobre la solicitud de Kushner, según el libro.

Según los informes, Kelly le dijo a Kushner que “le preocupaba que la decisión resultara en ataques violentos contra nuestras embajadas, y si los estadounidenses morían como resultado, no quería que me culparan por ello”.

Pero Kelly supuestamente le dijo al embajador de EE.UU. en Israel, David Friedman, que “no quería que la historia mostrara que tres judíos ortodoxos, que podrían estar sesgados a favor de Israel, habían participado en una reunión tan importante”.

Kushner escribió que creía que Kelly en realidad estaba llevando a cabo un “juego de poder” para que Friedman, un defensor del movimiento de la embajada, “fuera superado en número” en la discusión. De todos modos, Trump decidió trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén.

Un pasaje previamente informado del libro de Kushner alega que Kelly empujó en una ocasión a su esposa Ivanka Trump, lo cual Kelly negó.

Kushner, ahora de 41 años, participó en muchas de las iniciativas más notables de Trump.

Ayudó a negociar el acuerdo comercial entre EE.UU., México y Canadá y a aprobar la Ley del Primer Paso de 2018 que incluía reformas de sentencias penales y penitenciarias.

Contribuyó a liderar la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca en 2020 y, durante los últimos meses del mandato de Trump, dirigió los esfuerzos para negociar las relaciones diplomáticas entre Israel y cuatro países árabes.

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