Angelina, de origen mexicano, trae a sus hijos a conocer la CDMX por primera vez y…

MEXICO.- Mami, ¡quiero vivir en México!”, soltó el hijo de Anette Ledesma después de bajar y subir escaleras por las pirámides de Teotihuacán; después de montar trajineras por los canales de Xochimilco, de conocer las chinampas y pasear por la plancha del Zócalo.

Fue en un lugar impreciso, quizás antes o después de recorrer parte del Museo de Antropología e Historia. No recuerda la madre con exactitud más que su hijo, de 11 años, ese había enamorado de la Ciudad de México, la capital del país de su abuelo.

“Supe que estaba muy orgulloso del país y yo también”, detalla Anette Ledesma en entrevista con este diario. “A partir de entonces fue más mexicano”.

Hija de un migrante zacatecano que hace años tuvo que salir del país, Anette había pasado la mayor parte de su vida en Los Ángeles como estadounidense de primera generación y tanto ella como sus hijos de siete y 11 años, solo conocían el pueblo de sus familiares: Nochistlán, Zacatecas.

Pero desde que murió su esposo hace tres años se propuso viajar con sus hijos. Luego vino la pandemia y el viaje a la Ciudad de México se pospuso hasta este verano.

A mediados de julio pasado, niños, abuelo y madre empacaron maletas y aterrizaron una tarde lluviosa, prestos para hospedarse sobre la avenida Reforma, limpia por el persistente goteo, ajena a la historia de los Ledesma y su trajín migratorio.

“Lástima que mi madre había fallecido”, detalló Anette.

Un camino para conocer sus raíces y más allá

Los Ledesma se vieron de pronto en medio de la CDMX como un símbolo del arraigo al país que trasciende el tiempo y la geografía. Ya nadie les contaría sobre los lugares que trazaron la cultura azteca ni los palacios de la Colonia ni los murales de Diego Rivera. Serían ellos quien llevarían sus impresiones a Los Angeles.

“La comunidad mexicoamericana es solidaria con su país de origen, lo cual se ve tanto en el envío de dinero mediante remesas o el turismo con el cual participan en la derrama económica”, advierte Edgar Morales, especialista en análisis turístico.

“Un alto porcentaje del turismo que recibe el país es de Estados Unidos: se dice que es el 81.13% de todos los turistas desde 2019, como para tener una base y una referencia”.

No existen cifras oficiales sobre el origen de los estadounidenses que vienen a México, pero Morales cree que podría ser un tercio del total. 

Se ha vuelto complicado tener la estadística exacta porque ni la Secretaría de Hacienda ni Migración ni Relaciones Exteriores verifica la ascendencia de los visitantes, sólo nacionalidad y residencia.

Como sea, la derrama económica es concreta: de enero a mayo, los  primeros cinco  meses de 2022, fueron 14 millones 629 mil turistas con un gasto promedio de 736.7 dólares.

“Estos datos son la prueba de la relación entre ambas naciones, sobre todo considerando que alrededor del 30% de ese dinero proviene de la comunidad chicana”, recalca Morales.

Una opción

A los Ledezma se les fueron las semanas como agua en la CDMX y Anette tenía que regresar su trabajo Angelina como asistente dental. En total estuvieron 21 días  se quedaron con ganas de más.

“Me sorprendió que la ciudad es muy limpia y que no tiene el nivel de inseguridad que se cree”, concluye sorprendida la madre. “Nosotros no nos deteníamos por miedo, íbamos a todas partes”.

Para sus próximas vacaciones el plan es volver pronto a CDMX. La capital sería su cenro de operaciones, desde aquí irían a Puebla, a Chiapas, a Acapulco y a todos los lugares más cercanos.

En los últimos años, la capital mexicana se ha vuelto atractiva para el turismo internacional por su historia y porque la seguridad se controló desde principios de la década del 2,000 y no se ha vuelto a desbordar a niveles de alerta.

Edgar Morales observa que lo atractivo de la Ciudad de México, para chicanos y estadounidenses es su carácter cosmopolita, su historia y porque mantiene campañas de promoción turística.

“Por lo menos en Los Ángeles hay una persona promoviendo a la capital mexicana como un lugar familiar”.

Anette comenta que, si bien ella ya conocía Zacatecas y Guanajuato, encontrarse con la Ciudad de México fue una experiencia que le permitió reparar en la cultura, historia, y arquitectura del país de su padre.

Cuando fueron al campus principal de la Universidad Nacional Autónoma de México, al sur de la ciudad, el hijo mayor se vio en sus aulas.

“¿Por qué no?”, asintió ella. “Si desde otros países vienen a estudiar aquí por qué tú no?

Al final, “quedaron encantados, fue un viaje impactante”.

Luego, de regreso a Los Ángeles, Anette contó detalle a detalle sus impresiones y animó a sus compañeros de trabajo, amigos y conocidos a regresar: aunque de origen mexicano, la mayoría no conoce el país. Mientras tanto, cada vez más estadounidenses de otros orígenes se están mudando para aprovechar los precios y el trabajo a distancia.

Según Nomad List, un sitio para nómadas digitales, Ciudad de México es de los destinos con mayor aumento de teletrabajadores estadounidenses. La plataforma alude un aumento del 125% en 2021 y del 65%, llegando a un total de 10,000 suscriptores registrados con trabajo pagado.

Asimismo, existen páginas como Expat Arrivals que fomentan y explican los procesos para mudarse a Ciudad de México y los beneficios de esto.

Al principio, se instalaban en Ajijic, Jalisco o San Miguel Allende, Guanajuato, en Tijuana, en Los Cabos Baja California, pero desde la pandemia en algunas colonias de la ciudad se habla cada vez más inglés y se pintan de rubio.

El analista Edgar Morales comenta que vivir en la ciudad se ha vuelto sexy. En un fenómeno que se llama “Turismo de larga estancia”.

En ese sentido, dentro de pronto el sueño de los padres emigrantes podría terminar en un ciclo, como el abuelo Ledesma que pronto podría tener a su nieto estudiando en la capital mexicana.

Te puede interesar:
– AMLO afirma que la Ciudad de México es más segura que Nueva York y Chicago
– “Viven en una burbuja”: el impacto de la llegada de “extranjeros covid” en CDMX
– México se reanima y recibe más turismo en fiestas decembrinas