“Usan máscaras porque no son tan agraciados”: Alberto del Río arremetió contra la lucha libre mexicana y puso a la WWE muy por encima
El gladiador que inició su carrera en México aseguró que la lucha de su país está muy atrasada respecto a su competencia estadounidense y que los luchadores no cuidan sus cuerpos lo suficiente como para venderse sin máscara
Alberto del Río, exluchador de la WWE y otras compañías importantes de Estados Unidos, quien inició su carrera en México bajo el nombre de Dos Caras Jr., en empresas como AAA y CMLL, criticó algunas prácticas que vio en la lucha libre mexicana y sus gladiadores, razón por la cual asegura que en su país natal están atrasados 100 años respecto a la competencia en Estados Unidos.
Del Río, quien fue 8 veces campeón de la WWE entre el 2008 y el 2014, denunció que en su país los luchadores impiden el crecimiento de nuevas estrellas por temor a que destaquen y les quiten el trabajo, mientras que en Estados Unidos se apoyan porque saben que si surgen nuevas figuras habrá más proyección, más afición y más ganancias para todos.
“Ellos (en EE.UU.) no ven al nuevo de la empresa como el chamaco que viene a quitarte la chamba o tu espacio, te ven como alguien que puede continuar el negocio para ayudar a generar más dinero, más trabajo, más proyección, más aficionados y eso eventualmente favorece a todos. En México no avanzamos en eso, está todo cerrado”, manifestó Del Río en una entrevista concedida al Youtuber Roberto Martínez.
“Todos los que empezamos en México tuvimos esa mentalidad porque así te la inculcan desde que empiezas. Entiendo que te tienes que ganar las cosas, pero aquí en México te inculcan que no dejes pasar al que viene atrás de ti, en vez de pensar en el bien común. Por eso en la lucha libre mexicana hay escasez de luchadores taquilleros, se están yendo”, acotó el hijo de Dos Caras y sobrino de Mil Máscaras.
Para reforzar su punto, Alberto recordó que, en sus inicios en el país de las barras y las estrellas, recibió la ayuda de muchos gladiadores consolidados, como El Amo del 619, quienes lo impulsaron para crecer y convertirse en el astro que es.
“A mí me ayudaron en WWE absolutamente todos, el primero fue Rey Mysterio y es un claro ejemplo. Si existiera envidia o recelo en una empresa tan profesional que genera tanto dinero como WWE, Rey hubiera dicho: ‘No lo ayudo, este viene a quitarme la chamba y mi lugar’. Fue al revés, Rey les dijo que me buscaran porque querían a un mexicano”, ahondó.
Otra de sus críticas fue que los luchadores mexicanos no cuidan su cuerpo, es decir, no hacen sacrificios por trabajarlo y lucir espectaculares para venderse como un personaje que no necesite usar máscara, como sus vecinos del norte.
“Vamos a ser sinceros, la mayoría de los luchadores mexicanos no son tan agraciados, entonces qué tanto puedes venderte como personaje sin máscara. Hay muchas razones por las que alrededor del mundo no usan máscara, porque allá pueden vender personajes por su porte“, explicó del Río, también conocido como “El Patrón”.
“En WWE y AEW parecen rockstars o protagonistas de películas, es fácil vender esa imagen con tipos de más de 1.90 metros y trabajados físicamente. En México no se tiene esa misma presencia con los protagonistas del negocio, por eso la máscara es lo que vende”, acotó, haciendo alusión a figuras como Dwayne “The Rock” Johnson, Batista o John Cena.
Sin embargo, el también peleador de artes marciales mixtas, mostró su respeto ante los luchadores legendarios que le dieron esa fama al luchador azteca, ya que son pocos quienes aún se cuidan de no dejarse ver sin su tapa.
“Hoy ya no se cuidan (de andar sin careta), excepto El Santo, Blue Demon, Canek y los de antaño, los de ahora no se cuidan. También con la irrupción de las redes sociales es prácticamente imposible, hay cámaras en todos lados, pero me parece muy cool que aún queden luchadores que se cuiden de eso porque la máscara los hizo leyendas”, complementó.
Finalmente, el veredicto de “El Patrón fue que, en lucha libre, por toda esta mentalidad, México está atrasado un siglo respecto a su vecino del norte.
“Yo empecé ganando 800 pesos por lucha, empiezas a subir en el escalafón y luego pasas de lo que ganas en México a lo que ganas en Estados Unidos (WWE), te quiebras ante esa presión, pero son pruebas que te van poniendo y voy a decir algo, aunque se enoje la gente de la lucha libre mexicana, es maravilloso cómo está profesionalizado el negocio en Estados Unidos, allá no existe la mala leche y aquí vamos como 100 años atrás“, concluyó.
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