El debate entre “quiet quitting” y “quiet firing” en EE.UU.: qué es cada uno y por qué despiertan tanta polémica
Los términos “quiet quitting” y “quiet firing” han tomado relevancia y popularidad en los últimos meses ante una práctica laboral común que se vive en Estados Unidos
“Quiet firing” es cuando los jefes tratan mal a sus empleados. La presión obliga a que los trabajadores se vean obligados a renunciar en lugar que el empleador lo haga. Crédito: Shutterstock
Dos términos están tomando popularidad en los últimos tiempos en el mundo laboral de Estados Unidos. “Quiet quitting” y “Quiet firing” aluden a problemáticas muy comunes que se encuentran muchos empleados en su diario vivir.
“Quiet quitting” o “renunciar silenciosamente” se refiere a que los empleados se vean mal sólo por hacer el trabajo por el que se les paga y no ofrecerse a hacer algo más. El término tomó relevancia entre la generación Milennial y Z en redes sociales cuando usuarios cuestionaron por qué deberían contribuir más de lo que están haciendo. En respuesta otros internautas dieron pie al otro término en polémica.
“Quiet firing” o “despedir silenciosamente” es cuando los jefes tratan mal a sus subordinados en lugar de despedirlos. La presión empuja a que los trabajadores se vean obligados a renunciar en lugar que el empleador lo haga.
“Se habla mucho sobre ‘renunciar silenciosamente’, pero se habla muy poco sobre ‘despedir silenciosamente’ que es cuando no le das un aumento a alguien en 5 años, incluso aunque siguen haciendo todo lo que le pides”, escribió en Twitter el desarrollador de software Randy Miller.
No obstante, el aumento de sueldo no es el único factor que desencadenaría un “despido silencioso”. El mal trato de los empleadores que esperan que los trabajadores realicen actividades extra sin ser compensado también han sido señalados como focos de alerta, al igual que el tiempo mínimo libre pagado y el tiempo mínimo por enfermedad.
La discusión entre empleadores y empleados se reaviva en torno a puntos de vista diferentes. Mientras que, por un lado, los jefes culpan a los trabajadores por no ir más allá de sus trabajos los empleados alegan que sus necesidades laborales no han sido satisfechas también.
Mientras tanto, el panorama inflacionario actual, de la mano de la posibilidad de una recesión, ha hecho a muchos trabajadores aguantar y conservar su empleo actual, de acuerdo con una encuesta reciente de la Reserva Federal.
Además, otro sector ha tenido que recurrir a aceptar trabajos adicionales para pagar algunos de los ítems que más han subido de precio en los últimos meses, derivado de la inflación.
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