Japón pretende armarse con presupuesto militar récord
El gobierno nipón está nervioso y desea ponerse al día en la carrera armamentista con China y Corea del Norte
Las fuerzas armadas niponas pretenden modernizar su portafolio de armas. Crédito: GREG BAKER | AFP / Getty Images
La invasión Rusia en Ucrania, el apoyo de China a Vladimir Putin y los avances armamentistas de Corea del Norte, han provocado cierto grado de nerviosismo en el gobierno japonés y por ello el siguiente año se pretende reforzar su seguridad a través de un incrementó record en el presupuesto que le destinará a su Defensa.
Recientemente, el Ministerio de Defensa de Japón entregó un proyecto donde pretende se le asignen 5,6 billones de yenes (40.400 millones de dólares) para mejorar su armamento.
No obstante, extraoficialmente se habla que la verdadera cantidad podría elevarse a 6,5 billones de yenes (47.000 millones de dólares), lo cual representaría un aumento de 20% con respecto a este año.
Y todo ello deriva de las disputas territoriales que mantiene con China y Rusia por la soberanía de varias islas situadas respectivamente al suroeste y al norte de su archipiélago.
A diferencia de años anteriores, por primera vez Japón pretende adquirir misiles hipersónicos y de largo alcance con la capacidad de llegar a un objetivo que se encuentre a mil kilómetros de distancia.
Asimismo, los nipones buscan comprar nuevos escudos antimisiles y radares con mejor capacidad para interceptar proyectiles de última generación.
Durante la reunión donde fue entregado el proyecto para su análisis, Yasukazu Hamada, ministro de Defensa, se refirió a la necesidad de reforzar la seguridad de la nación asiática.
“A medida que fortalecemos nuestras defensas para los próximos cinco años, necesitamos aprobar un presupuesto adecuado para el primer año”, expresó.
Trascendió que en el proyecto para alcanzar un presupuesto mayor con respecto al de este año se menciona que “en el Indopacífico no se puede descartar una situación similar a la que se presenta en Europa”.
De ahí la necesidad de que la nación japonesa haya planeado armarse para entrar en acción si las condiciones llegaran a obligarla.
Actualmente, en la legislación japonesa se establece que presupuesto anual de defensa no debe superar al 1% del Producto Interno Bruto (PIB), pero las autoridades contemplan duplicarlo para estar a la altura de la OTAN.
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