Miguel Ángel Félix Gallardo, el narco mexicano que negoció con Pablo Escobar

Después de permanecer 33 años en la cárcel por narcotráfico, Miguel Ángel Félix Gallardo busca pasar los últimos años de su vida bajo prisión domiciliaria, en medio de los graves problemas de salud que enfrenta.

Aunque hoy en día el exlíder criminal tiene 75 años y una visión casi nula, hace décadas fue el capo más poderoso de todo México, situación por la que fue conocido como el “Jefe de jefes”.

Y es que, de ser un agente de la policía judicial de Sinaloa que se desempeñaba como escolta de la familia del entonces gobernador Leopoldo Sánchez Celis, se convirtió en el narcotraficante que pactó grandes cargamentos de droga con Pablo Escobar.

Así lo revelan los testimonios que el propio Félix Gallardo le dio al comandante de la Policía Judicial Federal de Narcóticos, Guillermo González Calderoni, luego de su arresto en 1989.

Como parte de sus declaraciones, el fundador del Cártel de Guadalajara detalló la forma en que comenzó a introducir cocaína exportada de Colombia en un avión privado, gracias a sus alianzas con Pablo Escobar Gaviria, entonces líder del Cártel de Medellín.

“Durante el periodo comprendido entre los años de 1977 y 1984, se dedicó a actividades ilícitas como la introducción ilegal de cocaína al país, así como a la preparación de la salida de la misma droga, con destino a los Estados Unidos de Norteamérica”, señala el testimonio.

Además, la narración de un testigo protegido describe que, en marzo de 1984, un narcotraficante de Colombia enviado por Pablo Escobar llegó al hangar de Guadalajara para afinar los detalles del trasiego del alcaloide. 

La operación era simple: los emisarios de Pablo Escobar viajaban en una avioneta de México a Colombia, país donde era cargada con 600 kilos de cocaína. Al llegar a una pista ubicada en Veracruz, la tripulación era cambiada por mexicanos quienes llevaban la droga a los Estados Unidos y regresaban a Guadalajara, donde ya los esperaban los emisarios de Colombia para repetir la operación.

El negocio ilícito pronto comenzó a dar ganancias a Félix Gallardo y al grupo criminal, por lo que compraron más aeronaves, a través de las cuales se exportaron 16 toneladas de “cocaína pura”, entre los meses de marzo y diciembre de 1984.

Sin embargo, en octubre de 1984 comenzaron a disminuir el trasiego de cocaína, porque les llegaron informes de que eran investigados por la DEA. Las sospechas de Miguel Félix Gallardo comenzaron a ser evidentes poco después del operativo que se llevó a cabo en el Rancho “El Búfalo”, municipio de Jiménez, en el estado de Chihuahua, lo que derivó en la muerte del agente Enrique Camarena.

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