Cantinero de Galveston fue arrestado por servir en exceso a un ebrio quien después mató a cuatro personas
Por ganarse algunos dólares de más pasó por alto que su cliente había ingerido licor en exceso
Gil García, un cantinero de 58 años, quien trabajaba en Gloria’s Lounge, ubicado en la cuadra 4126 de la Avenue S en Galveston, Texas, nunca imaginó que haberle servido más tragos de los debidos a un cliente ebrio podría ser la posible causa de que minutos después cuatro personas perdieran la vida.
Todo sucedió la noche del 6 de agosto, cuando García le vendió licor de más a Miguel Espinoza, de 45 años, quien al salir del establecimiento cerca de las 11:35 pm, al conducir una camioneta Hyundai en estado de ebriedad se estrelló contra un carrito de golf donde viajaban cuatro integrantes de una familia a pocas cuadras de Seawall Boulevard.
Al respecto, la policía de Galveston identificó que Felipe Bentancur, de 49 años; Kaisyn Bentancur, de 4 años; Brailyn Cantu, de 14 años y Destiny Uvalle, de 25, habían resultado seriamente lesionados.
Luego se informó que Felipe Betancur, quien conducía el carrito eléctrico había muerto en la escena; en tanto que Uvalle y los dos menores perdieron la vida en el hospital.
Tristemente se supo que la familia Betancur disfrutaba de sus últimos días de vacaciones antes de regresar a la isla de Galveston, donde residía.
Ante la gravedad del acontecimiento, de inmediato se abrió una investigación para determinar al, o los responsables, del trágico choque y así entraron en acción oficiales de la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas (TABC).
Fue así como se determinó que el cantinero Gil García también debía ser detenido para juzgarlo por haberle vendido más tragos a Miguel Espinoza cuando ya se encontraba demasiado ebrio.
“Este trágico caso ilustra por qué es tan importante que los comerciantes de bebidas alcohólicas tomen medidas para evitar las ventas a clientes que muestren signos de ebriedad”, indico Thomas Graham, director ejecutivo de la TABC.
A través de un comunicado el propio TABC informo que las personas condenadas por vender alcohol a alguien en estado de ebriedad pueden enfrentar hasta de un año de cárcel o $500 dólares de multa.
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