Mujer con embarazo deseado aborta por salud de su bebé y pide compasión al Congreso en el derecho al aborto
La residente de Pittsburgh detalló que, de haber continuado con su embarazo, su hijo probablemente no habría podido tragar ni respirar, y sus huesos se habrían roto durante el parto, sin importar el método
Una mujer, que tuvo que interrumpir su embarazo deseado a la semana 22 luego de que una ecografía le revelara que su hijo tenía un diagnóstico fatal, pidió a los miembros del Congreso preservar el derecho al aborto.
“Elegí interrumpir mi embarazo”, dijo en una audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara este 29 de septiembre. “No podía ni quería cargar a mi hijo durante cuatro meses más para dar a luz sabiendo que su vida estaría llena de dolor y sufrimiento”.
Kelsey Leigh, residente de Pittsburgh, detalló que, de haber continuado con su embarazo, su hijo probablemente no habría podido tragar ni respirar, y sus huesos se habrían roto durante el parto, sin importar el método.
Aún viviendo el duelo de perder a su hijo seis semanas atrás, acudió a la legislatura del estado de Pensilvania para instar con éxito a los legisladores a rechazar una ley propuesta contra el aborto que habría complicado legalmente o prohibido su capacidad para acceder a un aborto.
El jueves, Leigh llevó un mensaje similar al Capitolio, casi 100 días después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el fallo Roe vs. Wade, mientras los miembros del Congreso consideran restricciones a nivel nacional sobre el acceso al aborto.
“¿Quién vas a ser?” ella preguntó. “¿Se sentará a juzgar a las personas que están embarazadas sin conocerlas ni conocer sus circunstancias, o nos escuchará a mí y a nosotros y será la compasión que nuestro país necesita tan desesperadamente ahora?”, añadió.
The Independent señala que los legisladores republicanos en el panel acusaron a los demócratas de “infundir miedo” para generar simpatía por el derecho al aborto y rebatieron los argumentos de que las restricciones al aborto tienen impactos de gran alcance, incluida la salud y la mortalidad materna y como un problema económico.
“Nadie necesita que le recuerden la santidad de la vida. Debemos recordar que esta es una decisión compleja y matizada que nunca se responderá con una pregunta binaria de sí o no o la cantidad de semanas que muestra mi ultrasonido”, agregó Kelsey Leigh.
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