Aviones del juicio final: qué son y cómo podrían resistir un ataque nuclear
Los aviones del juicio final están diseñados para proteger al presidente en caso de que se produzca un ataque nuclear como el que podría llegar a ocurrir en Ucrania
La posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares en Ucrania ha generado que se despierten viejos temores acerca de cómo sería un escenario de este tipo, para el que obviamente países como Estados Unidos ya se han preparado.
Es así como surge la figura de los aviones del juicio final, unas aeronaves diseñadas para convertirse en el puesto de mando móvil del presidente de Estados Unidos en caso de que se presente un ataque nuclear. Su objetivo principal es salvaguardar la integridad tanto del propio presidente, para que pueda seguir estando al mando de las fuerzas militares, como de aquellos que por la Constitución le siguen en la línea de sucesión presidencial.
Si bien su existencia se ha conocido históricamente en el caso de Estados Unidos, no se trata del único país en disponer de esta clase de aeronaves. Se sabe con seguridad que Rusia también cuenta con aviones del juicio final que se asemejan al Boeing E-6B empleado por Estados Unidos. En su caso se trata del Ilyushin Il-80, un avión creado para resistir los efectos generados por una guerra nuclear.
Pese a que la existencia de estas aeronaves no es un secreto de Estado, sus capacidades y la tecnología que incorporan sí lo son, ya que de ella depende el poder mantenerse comunicado con los estamentos militares y de poder que pudieran ser necesarios en caso de tener que realizar un ataque. Muestra de ello es que desde el Boeing E-6B, el presidente de Estados Unidos puede comunicarse directamente con la flota de submarinos con capacidad nuclear, así como controlar el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales de la Fuerza Aérea, o con las fuerzas terrestres del Ejército.
Fortaleza en el aire
Debido a que estos aviones deben ser capaces de poder continuar volando aún en el escenario más adverso, presentan ciertas características que los diferencian de un avión convencional. Una de ellas es el hecho de que no disponen de ventanillas a lo largo de su fuselaje, con la excepción de las ubicadas en la cabina de los pilotos.
La razón detrás de este diseño es proteger el interior del avión de los potenciales daños que podría generar una explosión nuclear, tanto desde el punto de vista de la radioactividad como desde el aspecto térmico. Asimismo el Boeing E-6B es uno de los pocos en el mundo capaces de soportar los efectos de un pulso electromagnético que puede destruir cualquier aparato electrónico civil sin mayor problema.
En el caso de Estados Unidos se conoce que existe una flota de cuatro aviones del juicio final a disposición del presidente y de aquellos en la línea de sucesión. Todos ellos se encuentran asignados al 595 Grupo de Mando y Control de la Base Aérea Offutt, en Nebraska, donde al menos uno se encuentra en alerta permanente los 365 días del año, en caso de que tenga que ser desplegado de emergencia.
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