Cómo cambiar la dieta puede ayudar a disminuir los cólicos menstruales

Una modificación de la dieta podría ser una solución relativamente simple que podría brindar un alivio sustancial a los dolores durante el período menstrual.

Así lo afirmó la Dra. Stephanie Faubion, directora del Centro para la Salud de la Mujer de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, en un comunicado.

Por su parte, la autora principal, Serah Sannoh, le dijo a CNN que se interesó en el tema debido a su propio dolor menstrual, que la aqueja desde la adolescencia.

“Descubrí que las dietas ricas en alimentos inflamatorios como carnes de animales, aceite, azúcares, sales y café contribuyen a un mayor riesgo de dolor durante el período de una mujer”, dijo.

La Dra. Monica Christmas, miembro de la junta de NAMS, profesora asociada de obstetricia y ginecología en la Universidad de Chicago, muchas de las cosas que a los jóvenes les gusta comer son altamente inflamatorias.

Dentro de estos alimentos, destacan embutidos, alimentos llenos de azúcares y grasas trans, en contraposición, para eliminar los calambres, podrían seguir una dieta antiinflamatoria rica en frutas, verduras, aceite de oliva, como la dieta mediterránea.

Según Christmas, la evidencia científica ha demostrado que comer una dieta saludable, dormir bien y hacer ejercicio son medidas efectivas para reducir la duración y la gravedad de los calambres.

Refrescos de cola y dietas altas en grasas incrementan las dolencias

Un estudio hecho en 2018 a estudiantes universitarios españoles encontró que las mujeres que bebían refrescos de cola y comían carne tenían más probabilidades de sufrir dolor durante su ciclo que las mujeres que comían más frutas y verduras.

“De mi investigación descubrí que las personas con dietas altas en ácidos grasos omega-6, específicamente los derivados de productos de origen animal, tienen una mayor presencia de ácido araquidónico en el cuerpo, lo que aumenta la cantidad de prostaglandinas proinflamatorias que ayudar a que el útero se contraiga”, dijo Sannoh.

El artículo publicado en CNN explica que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, o AINE, reducen la producción de prostaglandinas, por lo que son un pilar del tratamiento para los calambres.

Sin embargo se debe tener cuidado con sus efectos secundarios pues pueden producir hinchazón, diarrea, mareos, indigestión, dolores de cabeza, acidez estomacal, presión arterial alta, náuseas, vómitos, entre otros.

“Entonces, si puede hacer que las personas que son jóvenes coman mejor, hagan ejercicio y vivan un estilo de vida más saludable, les irá mejor a medida que envejecen”, finalizó Christmas.

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