La mano muerta: cómo es el sistema ruso que puede desatar un apocalipsis nuclear
La mano muerta garantiza que cualquier ataque nuclear en territorio ruso reciba una respuesta proporcional sin importar el daño que se pueda causar en el proceso
La guerra fría y la posibilidad de una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia obligó a estos últimos a idear un mecanismo de respuesta que permitiera responder rápidamente en caso de un ataque nuclear.
Fue así como se creó lo que se conoce como “La Mano Muerta”, un sistema de seguridad que permite a las fuerzas rusas realizar un ataque nuclear automático en caso de ser víctimas de un ataque que decapite al alto mando de ese país. De esta forma el sistema entra en acción sin necesidad de intervención humana e inicia un proceso para calcular los daños sufridos y determinar el nivel de retaliación que se empleará, es decir el número de cabezas nucleares que se dispararán.
Vladimir Yarynich, uno de los científicos a cargo del desarrollo de Perimeter (como también se le conoce), explicó en su momento que se trata de una herramienta de gran importancia pues en caso de un ataque nuclear masivo asegura la destrucción mutua entre todos los países involucrados.
Asimismo, también funciona como una especie de medida de seguridad ya que en caso de que se detecte un lanzamiento nuclear por parte de otra potencia el presidente ruso puede poner el sistema en alerta, permitiendo así asegurar una respuesta militar en caso de ser necesaria.
La Mano Muerta ha sido vista por muchos expertos como uno de los grandes causantes de la paz entre los países con capacidad nuclear ya que actúa como un arma disuasoria al asegurar que en un enfrentamiento de estas características nadie podrá alzarse como vencedor.
¿Cómo se detecta el ataque nuclear?
A fin de poder iniciar su protocolo de ataque el sistema debe verificar que efectivamente algún punto del territorio ruso haya sido impactado por una ojiva nuclear. Para ello utiliza sistemas que se encargan de detectar cualquier tipo de actividad sísmica, lumínica, radioactiva, o un cambio de presión excepcionalmente brusco asociado con una explosión nuclear.
Una vez detectado el ataque la Mano Muerta se encarga de enviar una orden de ataque predefinida que cuenta con el mayor nivel de autorización concedido por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas, de forma tal que todos las fuerzas estratégicas de misiles y los silos se preparen para desplegar sus misiles.
Si bien no se conoce con exactitud su estatus, se especula que en tiempos de paz este sistema es desactivado por el presidente ruso. No obstante, algunos piensan que desde su creación ha permanecido activo en todo momento, incluso en la actualidad.
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