Misterio sin resolver: el brutal asesinato de la familia Hendricks
David Hendricks se encontraba en un presunto viaje de negocios, cuando llamó a la policía para averiguar por qué su familia no le contestaba el teléfono. Las autoridades encontraron una escena de crimen terrible.
David Hendricks, un hombre de negocios que viaja por Wisconsin, llamó a la policía en Bloomington, Illinois, para solicitar que revisen su casa y su familia, el 7 de noviembre de 1983. Según Hendricks, nadie había contestado el teléfono en todo el fin de semana y estaba preocupado. C
uando la policía y los vecinos registraron la casa al día siguiente, encontraron los cuerpos mutilados de la esposa de Hendricks y sus tres hijos, todos asesinados a machetazos con un hacha y un cuchillo de carnicero.
Debido a que había muy pocas señales de forcejeo o entrada forzada, la policía pensó que la escena del crimen era sospechosa. Además, aunque los asesinatos fueron brutales, las armas homicidas habían sido limpiadas y dejadas prolijamente cerca de los cuerpos.
Cuando Hendricks regresó más tarde ese día, la policía lo interrogó y revisó su ropa y su automóvil en busca de manchas de sangre, pero la búsqueda no fue concluyente y la coartada de Hendricks, que se había ido a Wisconsin poco antes de la medianoche del 4 de noviembre, parecía sólida.
Sin embargo, sin otras pistas, la policía comenzó a examinar la historia de Hendricks más de cerca. Afirmó que había llevado a su familia a comer pizza alrededor de las 7:30 el 4 de noviembre; según él, luego jugaron en un área de entretenimiento y regresaron a casa a las 9:30. Hendricks partió para su viaje de negocios varias horas después.
Pero después de estudiar los cuerpos de los niños, los médicos forenses concluyeron que la historia de Hendrick no encajaba del todo. Por lo general, la comida sale del estómago y pasa al intestino delgado en dos horas. Sin embargo, en los tres niños, los ingredientes de la pizza vegetariana todavía estaban en sus estómagos, lo que llevó a los investigadores a estimar la hora de su muerte alrededor de las 9:30, mientras Hendricks todavía estaba en casa.
La policía acusó a Hendricks de asesinar a su familia, pero aún carecían de un motivo concreto. La familia era devotamente religiosa y pertenecía a un grupo parecido a los puritanos llamados ‘Plymouth Brethren’.
El abogado defensor de Hendrick insistió en la única evidencia física en su contra, señalando que la actividad física o el trauma pueden afectar el ritmo de la digestión. Aun así, el jurado encontró a Hendricks culpable de cuatro cargos de asesinato y fue sentenciado a cadena perpetua el 21 de diciembre de 1988.
En 1991, Hendricks fue juzgado nuevamente y declarado no culpable.
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