Al-Rhila: El balón con cargador que le quitó el gol a Cristiano Ronaldo contra Uruguay
El lunes la FIFA le quitó el gol a Cristiano Ronaldo y se lo dio a Bruno Fernandes tras verificar con el microchip que usan los balones y que se cargan como un teléfono con duración de hasta 18 horas
Cristiano Ronaldo lleva un gol en Qatar 2022. Crédito: EFE
Cristiano Ronaldo celebró efusivamente el primer gol del partido de la fase de grupos entre Portugal y Uruguay. Aunque minutos después, el gol se lo acreditaron a Bruno Fernandez dando a entender que CR7 no tocó la pelota con la cabeza.
Esto se demostró luego de que la FIFA reveló, con el chip que tiene el balón Al-Rhila, que Cristiano no tocó la pelota, un balón que se carga como un teléfono y ofrece datos de quien la toca, con que fuerza y es tan solo un microchip.
El microchip pesa tan solo 14 gramos y está diseñado por la empresa Kinexon, que ha dotado a este instrumento de dos sensores diferentes, el UWB, que recoge datos posicionales del balón y el IMU, que registra los movimientos del balón en tres dimensiones.
¿Y qué pasa cuando la pelota sale de banda o se va a la grada y hay que reemplazarla? Nada, Kinexon tiene controlada esta situación y la actualización a la nueva pelota es automática, sin necesidad de intervención humana.
El sensor, localizado en el centro de la pelota, permite también recoger los datos sensoriales y acústicos del cuero. Así se determinó que Cristiano no tocó el esférico. La tecnología IMU, mencionada anteriormente, es capaz de recoger hasta 500 frames por segundo, por lo que fue sencillo captar, a través de las vibraciones de la pelota, si el portugués tocó el esférico o no.
El sensor dijo que no y Adidas le pasó esta información a la FIFA para confirmar que el gol iba a parar a la cuenta de Bruno Fernandes, no a la de Cristiano.
En redes sociales se hizo viral una imagen de cuatro balones en su bolsa mientras con enchufados a una regleta se cargan para después utilizarse. La batería del cuero puede durar desde las 7 horas en juego hasta las 18 en reposo.
Esta imagen fue inédita porque nunca en la historia de los Mundiales los balones han necesitado cargarse y muestra el avance de la tecnología del fútbol.
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