Expertos lo confirman: después de los excesos conviene poner en práctica la dieta mediterránea
La práctica regular de ejercicio físico sigue siendo imprescindible. Lo idóneo sería poder planificar al menos 2-3 sesiones a la semana de una actividad de intensidad media como: gimnasio, ciclismo o natación
Después de la cena de Navidad marcada por los excesos lo que más conviene es comer de forma saludable y consumir alimentos y bebidas con moderación.
Jesús Román Martínez, presidente del Comité científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), explicó que la dieta mediterránea ayuda a mantener un estilo de vida saludable también en Navidad y ofrece una serie de consejos para terminar las fiestas sin kilos de más ni salud de menos.
En este sentido, el especialista aconsejó evitar acumular comidas excesivas durante varios días e ir alternando con opciones saludables como platos con verduras y frutas, así como un bajo consumo de grasas animales ayudará a aliviar la sensación de empacho.
Después de una gran comida o cena, desayunar simplemente una infusión y un poco de fruta. En la siguiente comida únicamente se tomarán caldos, verduras o ensaladas.
Aunque la bebida de elección que siempre debe estar en las mesas es el agua, lo cierto es que la mayoría de la gente desea beber ‘otras cosas’ en estas fechas. En este caso, Martínez sugiere que “con moderación, se puede optar por las bebidas fermentadas, como es el caso de la cerveza, que además de tener un perfil antioxidante aporta un reducido contenido alcohólico y calórico (88 kcal por cada 200ml)”.
Lógicamente, el experto en nutrición recomienda consumirla de manera responsable y acompañada siempre de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando que las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres (200-300 ml/día) como para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos.
Fuera de las fechas señaladas el experto recomienda dar un descanso y no tomar alcohol durante unos días. Asimismo, Martínez recuerda que existen ocasiones donde no se debe consumir ninguna bebida con alcohol: en ciertas patologías, cuando se ingieren algunos medicamentos, mujeres embarazadas o en lactancia, si vamos a conducir, etc. “En estos casos, la cerveza sin alcoholes es una buena solución para disfrutar de las fiestas”.
La práctica regular de ejercicio físico sigue siendo imprescindible. Lo idóneo sería poder planificar al menos 2-3 sesiones a la semana de una actividad de intensidad media como: gimnasio, ciclismo, natación, etc.
“Además, sería un gran complemento poder acompañar esta actividad física con alguna sesión de ejercicios de fuerza que ayudarán a una mayor pérdida de grasa corporal, manteniendo la masa muscular, y lo que es más importante, ayudando a cuidar de la salud manteniendo unos hábitos de vida saludables”.
Kilos de más en Navidad
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) estima que se puede llegar a aumentar hasta 5 kilos durante las fiestas de Navidad.
Los desajustes en la alimentación pueden derivar en problemas mayores, además de ser responsable de la aparición de múltiples afecciones en la salud, según informa la SEEN: glucosa alta, presión arterial, ataques cardíacos, problemas óseos y articulares, apneas o problemas en el hígado son algunos de los impactos que puede acarrear una mala alimentación.
Finalmente, el doctor Jesús Román Martínez destacó que “en este tipo de celebraciones, y con más razón, las del presente año, en la que volveremos a presenciar grandes reuniones con familiares y amigos, debemos mantener el estilo de vida y dieta saludable que nos marca la dieta mediterránea, elaborando menús equilibrados y complementarios, ya que ello nos reportará gran cantidad de beneficios para nuestra salud”.
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