Bolsonaro deja Brasil y vuela a EEUU para evitar entregar la banda presidencial a Lula
Bolsonaro romperá la tradición democrática en la que el presidente saliente entrega la banda presidencial al entrante
Crédito: RICARDO MORAES/REUTERS | Deutsche Welle
La sucesión presidencial en Brasil sigue sin ser tersa y amistosa, y el ultimo capitulo está siendo protagonizado por el presidente saliente Jair Bolsonaro, quien decidió salir del país para no entregarle la banda presidencial a Luiz Inácio Lula Da Silva.
Hoy, Bolsonaro partió de Brasil hacia Estados Unidos, 48 horas antes de que el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, tome posesión de su cargo.
Aunque el presidente saliente no reveló hacia dónde vuela, reportes de Reuters revelan que los datos de seguimiento de aviones sugieren que se dirige a Florida, donde ya se encuentra su personal de seguridad.
La salida temprana de Bolsonaro de Brasil romperá la tradición democrática de ese país en la que el presidente saliente entrega la banda presidencial al mandatario entrante. Desde antes, Bolsonaro había dicho que no entregaría la banda.
Tras la salida de Bolsonaro, el vicepresidente Hamilton Mourao es ahora el presidente interino; sin embargo, ese personaje también ha dicho que no entregará la banda presidencial a Lula, por lo que hasta ahora no se sabe quién lo hará.
Se especula que la salida anticipada de Bolsonaro se debe también a que puede correr riesgos legales si permanece en Brasil, ya que su fuero presidencial expira cuando deje la presidencia a Lula.
La despedida
Bolsonaro no se fue sin antes dar su último discurso y aprovecharlo para lanzar críticas al nuevo gobierno de izquierda que inicia el 1 de enero.
A través de redes sociales, Bolsonaro pronunció un emotivo discurso final en el que repasó los momentos más destacados de su mandato e intentó inspirar a sus seguidores para que mantuvieran la lucha contra Lula.
Bolsonaro también elogió a los manifestantes que han estado acampando frente a los cuarteles del ejército en todo el país, instando a los militares a dar un golpe.
Al final, el mandatario saliente dijo que había “perdido una batalla, pero no la guerra.”
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