Cómo es ADX Florence, la prisión de máxima seguridad de la que se queja el Chapo Guzmán
Muchos de los más de 400 reclusos pasan hasta 23 horas al día solos en celdas de concreto insonorizadas que miden 2 x 3 metros
Guzmán Loera es el preso número 377 y no tiene contacto con otros reos durante las 24 horas del día. Crédito: JASON CONNOLLY | AFP / Getty Images
En 2017 Joaquín “El Chapo” Guzmán se enfrentó a uno de los peores temores de los narcotraficantes mexicanos: la extradición a Estados Unidos. Ahora, seis años después, el exlíder del Cártel de Sinaloa pretende regresar a México.
Así lo dio a conocer su abogado José Refugio Rodríguez, al destacar que su cliente sufre de tortura psicológica en la prisión de máxima seguridad ADX Florence, pues recibe un trato desigual, ya que no le permiten tener visitas ni ver la luz del sol.
Lo cierto es que el penal en donde encerraron al Chapo está muy bien diseñada para su propósito, que es retener a los delincuentes más peligrosos del sistema penitenciario federal, según opinó Martin Horn, profesor del John Jay College of Criminal Justice, y excomisario del Departamento Correccional de la ciudad de Nueva York.
Muchos de los más de 400 reclusos pasan hasta 23 horas al día solos en celdas de concreto insonorizadas que miden 2 x 3 metros.
Guzmán Loera es el preso número 377 y no tiene contacto con otros reos durante las 24 horas del día. En su celda solo tiene una cama y un escritorio de cemento, un inodoro, un lavabo y una ducha, además de un televisor en blanco y negro. También se le impusieron medidas administrativas especiales, pues no puede ver a su esposa, hijas y madre.
ADX Florence, ubicada a dos horas de Denver, se construyó en 1994, pensando en los prisioneros más peligrosos que no pudieron ser controlados en otras cárceles de Estados Unidos.
Las celdas cuentan con una ventana donde se puede divisar una parte del exterior, como cámaras de seguridad, bancas y compuertas. Los reclusos pueden ejercitarse a diario en una celda de metal ubicada en un patio. Esta se encuentra rodeada por muros de seis metros de altura.
En el pasado, Robert Hood, exdirector del penal, calificó las condiciones de la prisión como “la vida después de la muerte”.
“Debes de preguntarte qué es peor. ¿Es la muerte peor para un hombre de su edad que va a pasar el resto de su vida en una caja básicamente 24 horas al día? La vida en Supermax es peor que la pena de muerte”, indicó.
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