Conductor de autobús escolar arrestado por acosar a niña de Atlanta queda libre bajo fianza
Gogineni Rayudu irrumpió en el hogar de la familia Cea con el objetivo de acercarse a una pequeña de tan sólo 9 años a quien diariamente transportaba desde la escuela donde estudia
Cassie Cea está muy asustada de que algo pueda ocurrirle a su hija y asegura que no volverá a subir al autobús escolar. Crédito: Michael Swensen | Getty Images
A pesar de haber sido acusado de delito grave de robo y merodeo, Gogineni Rayudu recuperó su libertad condicional mediante el pago de una fianza de $20,000 dólares.
El sujeto de 56 años que se desempeña como conductor de autobús escolar del área de Atlanta fue detenido por la policía ante la denuncia de Cassie Cea por presuntamente irrumpir en su casa con el objetivo de acercarse a su hija de 10 años.
De acuerdo con información dada a conocer por The Atlanta Journal-Constitution, se generó una orden de restricción para evitar que Rayudu se acerque a la pequeña y a su familia.
“Estoy realmente asustada. Definitivamente estaba tramando algo malo, simplemente no sé qué tan malo era”, expresó la madre de familia.
En la denuncia que obra en poder de las autoridades se menciona como el conductor del Distrito Escolar del Condado de Cobb había estado molestando a la niña con preguntas extrañas sobre su familia, pero además al sujeto se le había visto en el vecindario durante varias ocasiones semanas previas a su detención.
La obsesión de Rayudu por la menor de edad lo llevó a forzar la puerta principal de la casa donde vive la familia Cea y cuando fue descubierto por Cassie portaba guantes con la intensión de que sus huellas no fueran detectadas.
Al ser encarado por la asustada madre, el sujeto se identificó como el conductor del autobús escolar e indicó que estaba allí para ver a la niña.
Por fortuna, la pequeña se encontraba fuera de la propiedad y hasta el momento ella desconoce que el obsesivo sujeto permaneció detenido un par de días.
Durante una charla con su madre, la niña describió a Rayudu como un “amigo especial” que la había cambiado de asiento en el autobús para tenerla más cerca y hablar con ella.
“No sé qué es esta obsesión con ella, pero todo lo que puedo pensar es que, si no hubiera estado allí, ¿qué habría pasado?
Mi hija nunca volverá a subirse a un autobús. Ni siquiera sé si la quiero más en la escuela pública”, mencionó Cassie Cea.
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