Hombre en Arkansas halla insecto de la era Jurásica en parada a Walmart para comprar leche
El científico Michael Skvarla pensó que tenía un enorme ejemplar de hormiga león y una década después, en una clase en línea supo que el espécimen que atrapó con sus propias manos era en realidad un insecto que no se había visto en 50 años
El descubrimiento llevó a los científicos reconocer que faltan estudios sobre esta especie que se creía extinta. Crédito: JEAN-FRANCOIS MONIER | AFP / Getty Images
Un viaje de 2012 a Fayetteville, Arkansas, Walmart para comprar un poco de leche se convirtió en un hecho que pasará a la historia, pues Michael Skvarla, director del Laboratorio de Identificación de Insectos de la Universidad de Penn State, se topó con un descubrimiento que tardó casi 10 años en descifrar.
El científico de pronto fue llamado por un insecto gigante cuando entró a la tienda y terminó llevándoselo a casa resultó ser un raro insecto volador de la era Jurásica.
Skvarla, con vasta experiencia en el rubro, simplemente miró la oportunidad de tener un ejemplar más a su colección, lo atrapó con las manos y lo llevó a su casa, sin saber de qué se trataba.
“Pensé que se veía interesante, así que lo puse en mi mano e hice el resto de mis compras con él entre mis dedos. Llegué a casa, lo monté y rápidamente lo olvidé durante casi una década”, dijo a medios locales.
Sin embargo, en 2020, cuando estaba impartiendo un curso en línea sobre la biodiversidad y la evolución de los insectos, Skvarla les estaba mostrando a los estudiantes el insecto y de repente se dio cuenta de que no era lo que había pensado originalmente.
A diferencia de otras especies, este insecto tenía una envergadura o largo de las alas de unos 50 milímetros, casi 2 pulgadas, un lapso que, según el equipo, dejaba en claro que el insecto no era una hormiga león.
Skvarla luego trabajó con un equipo para realizar análisis moleculares en el error. En noviembre, su investigación sobre el espécimen se publicó en las Actas de la Sociedad Entomológica de Washington, se trataba de un Polystoechotes punctata, una especie de crisopa gigante de la familia Ithonida.
Una vez se encontraron crisopas gigantes en todo el continente, pero en la década de 1950, el insecto había sido destruido en la parte oriental de América del Norte.
Su desaparición está en gran parte envuelta en misterio, con algunas teorías de que pueden haber desaparecido debido al aumento de la contaminación lumínica o nuevos depredadores, incluido el hombre.
El descubrimiento del espécimen de Arkansas “representa un nuevo récord estatal y el primer espécimen registrado en el este de América del Norte en más de 50 años”, dijo Skvarla en su investigación.
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