Perder peso podría beneficiar a tu corazón incluso si luego recuperas los kilos
Además, la depresión y la ansidedad podrían mejorar, particularmente en las personas que combinan dieta y ejercicio, en lugar de los que se centran solo en la dieta
Asumir el reto de tener hábitos alimenticios saludables y ejercitarse es una gran meta, pero mantenerse en el peso ideal y evitar retroceder es el verdadero desafío.
Las razones por las que recuperamos el peso varían de acuerdo a cada persona y pueden tener que ver con el metabolismo, costumbres, entorno familiar y social e incluso, la salud mental.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan cuidar la alimentación, mantenerse activo físicamente, mantener el ritmo del cambio (es decir, vigilar tus hábitos, peso y relaciones).
La obesidad es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular y ha contribuido a 2,4 millones de muertes en todo el mundo en 2020, según la American Heart Association.
Afortunadamente, una nueva investigación dice que perder peso extra puede beneficiar a nuestro corazón, incluso si recuperamos parte de él.
El estudio encontró que los participantes que perdieron peso a través de un programa intensivo de pérdida de peso tenían factores de riesgo más bajos para enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, registrando niveles más bajos de presión arterial, colesterol y A1C.
A medida que recuperaban el peso, estas mejoras desaparecieron. Pero incluso cinco años después, algunos beneficios aún eran evidentes.
“Existe alguna evidencia de que la reducción a corto plazo de los factores de riesgo puede conducir a reducciones a largo plazo en la incidencia de la enfermedad”, dice la investigación.
Calidad de vida en retroceso
De acuerdo al estudio, en promedio, las personas que siguieron programas de dieta y ejercicio mejoraron su calidad de vida, pero alrededor de dos años después de que finalizó el programa, su calidad de vida fue similar a la de las personas que no participaron en un programa.
Otros estudios también analizaron el efecto de estos programas en la salud mental y en general, no hubo evidencia de que estos programas empeoraran la ansiedad o la depresión, ya sea durante el programa o después de que finalizó.
De hecho, estos dos aspectos emocionales podrían mejorar, particularmente en los programas que combinaron dieta y ejercicio, en lugar de los que se centraron solo en la dieta.
En promedio, cuanto más peso perdían las personas a través de programas de dieta y ejercicio, más rápido lo recuperaban después de que finalizaba el programa. Sin embargo, esto no eliminó la pérdida de peso inicial durante al menos cinco años.
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