Un estadounidense promedio tira anualmente a la basura comida por un valor mayor a 3,000 dólares
Este nivel de desperdicio se presenta por diversas razones, muchas de las cuales tienen que ver con sobrestimar la comida que se necesita antes de ir al supermercado o preparar más de la comida que una persona puede ingerir
La inflación ha afectado los precios de muchos artículos incluida la comida y aún con eso, una estadounidense promedio malgasta en comida miles de dólares al año.
El estadounidense medio gasta casi $3,000 dólares al año en alimentos que compra en las tiendas o mercados y que al final no consume, según un nuevo estudio.
Una encuesta realizada a 2,000 adultos reveló que, de media, quienes hacen la compra para su hogar gastan 248 dólares en la compra semanal, y uno de cada 10 afirma que gasta incluso más: más de 500 dólares. De esa cantidad, la gente suele acabar tirando a la basura unos 63 dólares semanales.
Este nivel de desperdicio se presenta por diversas razones, muchas de las cuales tienen que ver con sobrestimar la comida que se necesita antes de ir al supermercado o preparar más de la comida que una persona puede ingerir durante una comida o cena en casa.
¿Por qué se desperdicia comida?
La encuesta, realizada por OnePoll reveló que cuando los encuestados cocinan, una cuarta parte de ellos “siempre” o “a menudo” preparan más comida de la que son capaces de terminar, normalmente con la intención de tener sobras (83%).
De media, la gente tiene sobras para meter en la nevera tres veces a la semana; sin embargo, no siempre llegan a consumirlas. De hecho, casi un tercio de los estadounidenses admite que es probable que se olvide de las sobras una vez que están fuera de su vista (32%).
Olvidarse de la comida es una de las principales razones por las que la gente acaba desperdiciando comida (35%), junto con el hecho de que las sobras no son populares entre los miembros de su hogar (23%).
Mientras que el 43% prefiere comer las sobras hasta que se terminan, una cuarta parte de los encuestados admite que se cansa de comer lo mismo antes de poder terminarlo (24%).
Para algunas personas, lo que les entusiasmaba en el supermercado ya no lo hacía al llegar a casa. La encuesta muestra que el 38% admite que ha tirado comida simplemente porque no le apetecía comerla después de comprarla.
Parte del despilfarro comienza incluso antes de que los compradores lleguen a casa, ya que una quinta parte de los encuestados suele sobrestimar la cantidad de comida que utilizará al hacer la compra (19%).
De hecho, el 23% de las personas que van a la compra acaban adquiriendo al menos cinco alimentos a la semana que desearían poder comprar en cantidades más pequeñas, como racimos de uvas o hebras de hierbas aromáticas.
Con estos alimentos, un porcentaje similar (22%) no está seguro de conocer las mejores formas de conservarlos para maximizar su frescura.
Según los encuestados, los alimentos más difíciles de consumir son la lechuga (27%), los plátanos (23%) y la leche (21%). El 35% de los encuestados afirma que tira más comida de la que quiere y la mayoría admite que se siente culpable cuando esto ocurre (73%).
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