Cómo debes prepararte para tu primera visita al ginecólogo
Esta cita debería hacerse de los 13 a los 15 años, algunas mujeres no dan inicio a sus evaluaciones ginecológicas hasta que comienzan su vida sexual pero son claves para mantener una buena salud
La idea de que alguien examine nuestras partes más íntimas puede causarnos ansiedad o temor y es más común de lo que piensas, sentir nervios antes de la primera visita al ginecólogo.
La primera vez que hagas una visita al ginecólogo será después de que hayas iniciado la pubertad y tu ciclo menstrual. Es decir, que cada uno de los órganos de tu sistema reproductivo está cumpliendo su parte para que ovules mes a mes.
Y tal cual como sucede con cualquier otra parte del cuerpo, tu sistema reproductivo puede presentar diversos tipos de cambios que pueden ser normales o requerir de atención médica.
En tu primera visita a este especialista tratarás los siguientes temas:
- Opciones de control de la natalidad
- Pruebas para detectar infecciones de transmisión sexual
- Problemas menstruales u hormonales
- Calambres
- Sangrado abundante
- Cambios de humor
- Dolores
Aunque estas citas deberían hacerse de los 13 a los 15 años, algunas mujeres no dan inicio a sus evaluaciones ginecológicas hasta que comienzan su vida sexual o hasta que presentan algún síntoma o problema, como ardor vaginal, flujo vaginal molesto, periodos irregulares o cólicos menstruales dolorosos.
Es ideal que no esperes la llegada de alguno de los eventos anteriormente descritos para tener tu primera cita con el ginecólogo. De hecho, mientras más pronto comiences tus chequeos, mucho mejor.
Qué pasa en la primera cita con el ginecólogo
Este primer encuentro será sencillo, y en gran parte tu doctor o doctora simplemente se dedicará a conversar contigo. Te preguntará todo sobre tus antecedentes médicos, familiares y tu vida sexual.
- Si eres sexualmente activa
- Si tomas anticonceptivos
- Si usas protección durante las relaciones sexuales
- Si has estado embarazada o has tenido algún aborto
Debes agendar tu cita un día en el cual sepas que no estarás menstruando. Ten presente que no es necesario que te prepares demasiado físicamente, llevar a cabo una higiene normal como la que haces todos los días es suficiente para ir al ginecólogo. Depilarte o no, depende de ti.
Las pruebas más habituales que lleva a cabo un ginecólogo son un examen físico general que incluye medirte, pesarte y tomar tu presión arterial.
También es posible que te hagan un examen mamario consiste en palpar tus pechos para comprobar su salud y saber si hay alguna anomalía, como algún bulto o secreción anormal.
Es probable que te realicen un examen pélvico, aunque este suele realizarse para mujeres con una vida sexual activa o para aquellas que presenten ciertos síntomas en la vagina o en el abdomen.
Asimismo pueden realizarte una prueba citológica, donde el médico recolectará con un instrumento especial una muestra de las células que cubren tu cuello uterino para posteriormente analizarlas en el laboratorio con equipo médico especializado.
El objetivo es detectar problemas o infecciones, e inclusive descartar la presencia de células cancerosas.
Y en una cita más completa también te harán un ultrasonido con el que descartarán o detectarán alguna malformación en tu útero.
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