Lugares de la casa donde se acumula el polvo y cómo prevenirlo para evitar a alergias
El uso de la aspiradora es una de las más importantes herramientas para librarnos del polvo y evitar afecciones respiratorias o de piel
Para las personas alérgicas e incluso para quienes no lo son, el polvo en tu casa puede ser un problema. Ten en cuenta que el polvo se integra de cabello, células muertas de la piel, fibras de la ropa, pedazos de insectos muertos, polen, partículas de tierra y pedazos microscópicos de plástico.
La inhalación del polvo constantemente puede hacer que tú, tu familia y mascotas se enfermen.
Además de la suciedad que genera, también es un foco de microorganismos y patógenos como puede ser los ácaros, y es una alergia que sufren muchas personas no solo respiratoria, sino en la piel.
Por estos motivos resulta esencial mantener nuestro hogar lo más limpio posible de polvo.
En dónde hay más polvo
Normalmente el polvo se suele acumular en los lugares menos vistos y frecuentados de la casa:
- La parte de arriba de los armarios y las estanterías son focos para la acumulación del polvo.
- El colchón y los muebles son áreas que casi nunca tienen movilización y en el polvo se adhiere a laterales y el piso.
- Aunque no lo creas, el polvo se acumula en las paredes, interruptores de luz y en el techo.
- Marcos de las puertas y ventanas.
Cómo limpiar para prevenir el polvo
Una de las recomendaciones en general es limpiar de arriba abajo. Es decir, primero el polvo de superficies altas y después las bajas. Si no el polvo caerá sobre lo que ya limpiaste.
Es clave limpiar mínimo semanalmente y mantener la limpieza lo máximo posible. Es una tarea difícil sobre todo si no estás en casa a tiempo completo.
Usa paños de microfibra que absorben el polvo, nada de plumeros que lo traspasan de un lado a otro.
El uso de la aspiradora es una de las más importantes herramientas para librarnos del polvo y en lo posible, ventila solo durante 5 minutos.
Ten presente que el polvo viene de la calle y mientras más tiempo estén abiertas puertas y ventanas, más polvo habrá.
También puedes lavar áreas como techo, paredes e interruptores con una solución de agua y jabón (o bicarbonato). Puedes usar un paño un poco húmedo y mojado con algo de vinagre.
En el caso de los muebles y colchones, una aspiradora es de gran utilidad. Es buena idea pasar un paño con bicarbonato ya que además de prevenir el polvo, ayudará con los malos olores.
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