“Quería vivir el sueño americano”, madre del inmigrante adolescente que murió en un albergue de EE.UU.
La madre del joven de 17 años que murió mientras se encontraba bajo custodia del gobierno de los Estados Unidos ha exigido a las autoridades una respuesta porque su hijo no mostró signos de estar enfermo antes de su muerte
Horas después de que finalizó el Título 42, política de salud que permitió la expulsión rápida de miles de inmigrantes con el propósito de romper los contagios por el COVID-19, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) dio a conocer que un inmigrante adolescente de 17 murió mientras se encontraba bajo custodia de inmigración de Estados Unidos.
La madre del inmigrante hondureño exigió a las autoridades estadounidenses una respuesta sobre su muerte, ya que según ella, su hijo no tenía enfermedades conocidas, además, de que nunca mostró signos de estar enfermo antes de su muerte, reveló la agencia AP.
De acuerdo con el canciller de Honduras, Enrique Reyna, el adolescente, que fue identificado como Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza, fue detenido en una instalación en Safety Harbor, Florida, y murió repentinamente el miércoles, mientras la Administración Biden ponía punto final al Título 42.
Norma Saraí Espinoza Maradiaga reveló a la agencia antes citada que su hijo salió de casa el pasado 25 de abril porque “quería vivir el sueño americano”.
El joven logró cruzar hacia los Estados Unidos “con éxito”, pero el 5 de mayo sus sueños se esfumaron cuando fue remitido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, albergue que opera para niños que cruzan sin alguno de sus padres.
Aquel día, según recordó Espinoza Maradiaga, recibió la una llamada de su hijo, “me dijo que estaba en un albergue y que no me preocupara porque estaba en las mejores manos. Solo hablamos dos minutos, le dije adiós y le deseé lo mejor“.
Esta semana, la madre de Ángel Eduardo recibió una llamada de alguien que se identificó como “amigo de su hijo” para decirle que cuando despertó para desayunar, su amigo no respondió… estaba muerto.
La angustiada madre hizo una llamada a Estados Unidos para verificar la información y fue entonces que le confirmaron que su hijo había muerto.
“Quiero aclarar la verdadera causa de la muerte de mi hijo (porque) no sufría de ninguna enfermedad y no había estado enfermo. Nadie me dice nada. La angustia me está matando. Dicen que están esperando los resultados de la autopsia y no me dan otra respuesta”, dijo la madre.
Hasta el momento se desconoce qué condujo a la muerte al adolescente, en tanto la Casa Blanca lamentó lo ocurrido y el HHS dijo estar profundamente entristecidos por la perdida.
El gobierno de Honduras solicitó que se realice “una investigación exhaustiva del caso para esclarecer este hecho y de existir alguna responsabilidad se aplique todo el peso de la ley”, tuiteó el canciller de ese país, Enrique Reina.
“Este terrible hecho subraya la importancia de trabajar conjuntamente en la agenda bilateral migratoria sobre la situación de los menores no acompañados, para encontrar soluciones, tema que ha sido abordado por la presidenta Xiomara Castro a varios niveles con los EE.UU.”, agregó.
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