Carne de Bolonia: por qué los nutricionistas las quieren fuera de las dietas

Cuando tenemos prisa y necesitamos comer algo sustancioso, los sándwiches pueden ser una comida rápida y fácil, e incluso pueden ser una opción saludable y nutritiva cuando está lleno con los ingredientes correctos.

Pero integrar la carne Bolonia a tu sándwich puede convertirlo en una opción poco saludable e incluso podría afectar su salud si se come con frecuencia.

La salchicha de Bolonia o salchicha de Bologna es un embutido estadounidense parecido a la mortadela italiana. Es cocido, de carne magra de cerdo pura y su presentación comercial vienen en forma cilíndrica, aroma intenso ligeramente picante y color rosado.

Aunque las normas del gobierno de los Estados Unidos para los alimentos requieren que la bolonia americana sea de grano fino y sin pedazos visibles de grasa, aún no pueden controlar la cantidad de sal que contienen.

La nutricionista Lisa Richards, creadora de The Candida Diet advierte en entrevista para Fe Geiger que agregar esta carne procesada a sus sándwiches con frecuencia podría ser perjudicial para tu salud con el tiempo. Esto se debe en gran parte al hecho de que contiene sodio y otros conservantes.

“Bologna es una carne popular que a menudo se usa como carne para sándwiches, pero también es una carne procesada, lo que significa que puede contener conservantes y químicos agregados que pueden ser dañinos para la salud cuando se consumen en exceso”, declaró.

Los conservantes alimenticios se aplican en los productos para prevenir o inhibir el desarrollo microbiológico y reacciones químicas indeseables en alimentos y bebidas lo que hará que duren más en los anaqueles y en nuestras casas.

Sin embargo, diversos estudios demuestran que los efectos sobre la salud de los consumidores son negativos sobre todo los artificiales. Estos pueden causar enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad.

Sodio y grasas trans son mala combinación

En el caso de la Bolonia, contiene sodio que puede afectar gravemente su salud si tiene demasiado. “Las carnes procesadas como la mortadela suelen tener un alto contenido de sodio, lo que puede provocar presión arterial alta y otros problemas de salud cuando se consumen en exceso”, explica Richards.

Lo peligroso de la ingesta excesiva de sodio es que puede hacer que el cuerpo retenga agua, lo que lleva a la hinchazón e incomodidad.

Además, tiene un alto contenido de grasas saturadas y calorías, lo que puede contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud.

La clave es consumir los embutidos como la mortadela y otras carnes procesadas con moderación y elegir opciones bajas en sodio cuando sea posible, como carnes magras como el pavo o el pollo.

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