Sin pistas sobre quién introdujo cocaína a la Casa Blanca concluye la investigación del Servicio Secreto
El minucioso análisis de laboratorio y la revisión de las grabaciones de los videos no pudieron dar con el responsable de introducir la droga en el recinto presidencial
La investigación realizada por el Servicio Secreto para encontrar huellas dactilares o ADN en la bolsita de cocaína encontrada en un vestíbulo de la Casa Blanca la semana pasada no arrojó ninguna pista que permita identificar al responsable.
Ni el sofisticado análisis del laboratorio criminalístico del FBI ni las imágenes de vigilancia del área lograron identificaron a la persona que hace unos días olvidó en el inmueble presidencial una dosis de cocaína en el interior de una bolsita del tamaño de 10 centavos.
“Esta revisión incluyó un examen retrospectivo que abarcó varios días antes del descubrimiento de la sustancia y desarrolló un índice de varios cientos de personas que pudieron haber accedido al área donde se encontró la sustancia”, indicó el Servicio Secreto.
Un agente del Servicio Secreto descubrió el polvo blanco durante una redada de rutina en un vestíbulo del ala oeste, en la Casa Blanca, el 2 de julio.
“Sin evidencia física, la investigación no podrá identificar a una persona de interés entre los cientos de personas que pasaron por el vestíbulo donde se descubrió la cocaína”, indicaron funcionarios del Servicio Secreto en el resumen.
Al salir de una sesión informativa que se realizó a puerta cerrada en las instalaciones del Servicio de Información Compartida Sensible (SCIF) del Capitolio, los legisladores del Comité de Supervisión de la Cámara dijeron que la investigación terminará oficialmente el viernes.
Al respecto, la representante Marjorie Taylor Green mencionó que el Servicio Secreto pudo reducir una lista de aproximadamente 500 sospechosos potenciales, pero no ahondó sobre el tema por ser información clasificada.
La respuesta del Servicio Secreto brindada al Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara se produjo ante la solicitud enviada de James Comer mediante una carta dirigida a Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto.
“No se encontraron imágenes de video de vigilancia que proporcionaran pistas de investigación o cualquier otro medio para que los investigadores identificaran quién pudo haber depositado la sustancia encontrada. Sin evidencia física, la investigación no podrá señalar a una persona de interés de los cientos de personas que pasaron por el vestíbulo donde se descubrió la cocaína”, se menciona en un comunicado del Servicio Secreto.
Por su parte, La representante Lauren Boebert informó que el Servicio Secreto les dijo a los legisladores que se encontraron .007 gramos de cocaína.
Lo cierto es que desde que se produjo el hallazgo de la droga, se convirtió en un tema incómodo para el presidente Joe Biden, primero porque de inmediato se comenzó a especular que le pertenecía su hijo Hunter quien días antes había visitado la Casa Blanca.
Posteriormente, cuando se modificó el punto donde fue encontrada la cocaína y se dijo que estaba cerca de donde se estacionaba los automóviles de funcionarios cercanos al presidente el asunto cobró mayor notoriedad, pues se dijo que el alcaloide podría pertenecerle a un personaje de alto rango.
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