Quién es Carlos de Oliveira, otro empleado de Trump acusado por los documentos secretos
Otro empleado de varios años del expresidente Donald Trump enfrenta acusaciones por el mal manejo de documentos clasificados en Mar-a-Lago; se trata de Carlos de Oliveira, quien enfrenta tres cargos criminales
Carlos de Oliveira es uno de los empleados de mayor tiempo del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, en Florida, pero ahora salta a la fama por enfrentar tres acusaciones por el mal manejo de documentos secretos de la Casa Blanca.
Las acusaciones son por conspirar para ocultar el mal manejo de documentos clasificados, mentir al FBI y manipular evidencia, según la acusación que sumaron los fiscales federales.
Los cargos de reemplazo también agregaron tres nuevas acusaciones contra el expresidente Trump, además de los 37 que ya enfrentaba en el caso, y dos nuevos cargos contra su asistente personal Walt Nauta, quien ya había sido acusado de seis delitos graves.
De Oliveira tuvo su primera audiencia este lunes ante la Corte de Distrito Sur de Florida, donde no pudo continuar con la primera parte del proceso, debido a que no tiene un abogado todavía.
Sin embargo, el juez Edwin Torres le aceptó dejar una fianza de $100,000 dólares para permitir su liberación, aunque con restricciones, incluida la orden de evitar hablar del caso con los otros acusados, esto a petición de los fiscales.
De Oliveira deberá volver a la corte el 10 de agosto, para continuar su proceso judicial y determinar cómo se declara ante las acusaciones.
El empleado de Trump es un inmigrante portugués, antes fue trabajador de mantenimiento y luego laboró como valet parking; fue ascendido al puesto de administrador de propiedades en enero de 2022, según la acusación.
¿De qué se le acusa a Carlos De Oliveira?
Los fiscales señalan que De Oliveira ayudó –bajo órdenes de Trump– a mover cajas que contenían información clasificada, además de haber solicitado a un empleado que borrara las imágenes de la cámara de seguridad de Mar-a-Lago, a fin de evitar que fueran entregadas al Gran Jurado que escuchaba el caso.
Los fiscales indican que se solicitaron las imágenes de vigilancia de Mar-a-Lago del 24 de junio del 2022, pero Trump habría ordenado a Nauta y De Oliveira que pidieran borrar las imágenes.
Nauta y De Oliveira acudieron a la cabina del guardia de seguridad de Mar-a-Lago, donde se les ve con una “linterna a través de un túnel”.
El 27 de junio, De Oliveira llevó a otro empleado de Trump –todavía no identificado oficialmente– para conocer cuántos días duraban en el servidor las grabaciones de seguridad.
Dicha imágenes duran 45 días almacenadas, pero De Oliveira habría dicho al empleado que “‘el jefe'”, en referencia a Trump, “quería que se borrara el servidor”.
El juicio a Trump por este caso iniciará, tentativamente, el 20 de mayo del 2024.
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