Acusan a exagente de la Patrulla Fronteriza de pedir soborno de $5,000 dólares a migrante

Fernando Castillo, un exagente de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., enfrenta cargos federales de soborno, contrabando y fraude electrónico por supuestamente pedir un soborno de $5,000 dólares a un migrante para permitir que permaneciera en el país con documentos gubernamentales fraudulentos.

El hombre, quien trabajó hasta el 13 de julio agente de la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas, fue acusado formalmente por un gran jurado la semana pasada de tres cargos de fraude electrónico, soborno por parte de un funcionario público y tráfico de migrantes luego de su arresto en junio, según los registro de un tribunal federal a los que tuvo acceso CNN.

“CBP toma en serio las denuncias de mala conducta y las investiga a fondo. La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos está cooperando con la investigación”, dijo la agencia en un comunicado.

Castillo llamó la atención de los investigadores y fiscales federales después de una serie de interacciones con un migrante no identificado el 21 de junio, según una declaración jurada presentada en apoyo de una denuncia penal.

En ese momento, Castillo fue asignado a un centro de procesamiento de inmigrantes en El Paso, dijo el agente del FBI que escribió la declaración jurada.

El exagente supuestamente se acercó al migrante y se ofreció como voluntario para escoltarlo a un puerto de entrada en El Paso. El migrante, un ciudadano mexicano identificado como “Víctima 1” en la declaración jurada, estaba programado para ser devuelto a México.

Castillo transportó al migrante en una camioneta, sin otros agentes de la Patrulla Fronteriza presentes, y durante el viaje le ofreció papeles, que el hombre interpretó como documentos migratorios, según la declaración jurada.

El exagente le dijo al migrante que los archivos se borrarían del sistema dentro de dos semanas, lo que permitiría que el migrante ser libre de permanecer en los EE. UU., según la declaración jurada.

El migrante dijo que Castillo también abrió una bolsa que contenía sus pertenencias, que incluían $830 dólares y 3,725 pesos mexicanos.

Los investigadores federales dijeron que Castillo escoltó al migrante a través del puerto de entrada en El Paso. Una vez en México, el migrante se dio cuenta de que faltaban $500 dólares de sus pertenencias, por lo que denunció el presunto robo a las autoridades fronterizas estadounidenses, quienes se comunicaron con el FBI y otros investigadores.

Los funcionarios federales notaron que el teléfono del migrante recibió casi una docena de llamadas de un número bloqueado esa tarde. El migrante también recibió una llamada de un número bloqueado durante la entrevista con los investigadores federales, quienes grabaron la llamada y determinaron que probablemente se trataba de Castillo.

Durante la llamada el migrante preguntó a la persona que llamó si el presunto soborno de $5,000 dólares era una transacción segura. “Es muy seguro”, dijo la persona que llamó, y los investigadores nuevamente determinaron que era Castillo.

Al día siguiente, según la declaración jurada, los investigadores descubrieron que Castillo había alterado los archivos del migrante en un sistema del gobierno. Supuestamente, la categoría de procesamiento se cambió de “retorno voluntario” a “aviso de comparecencia”, un documento que permite a los migrantes permanecer en los EE. UU. mientras un juez de inmigración determina si deben permanecer en el país o ser deportados.

El 27 de junio, una persona con la misma voz llamó al migrante para organizar un regreso a los EE. UU. Le indicó al migrante que comprara un boleto de autobús a Denver y otro boleto de allí a Maryland, según los investigadores, quienes grabaron la llamada.

Al día siguiente, Castillo salió de su casa temprano en la mañana y condujo hasta el puerto de entrada en El Paso. Luego acompañó al migrante al puerto de entrada después de llamarlo.

Cuando los funcionarios federales se acercaron a Castillo, éste tenía un documento de aviso de comparecencia con el nombre del migrante. El migrante dijo a los investigadores que Castillo les había dado instrucciones de retener el dinero hasta que entraran a un vehículo.

Durante una entrevista con los investigadores, Castillo admitió haber producido un documento fraudulento, falsificar las firmas de otros agentes, llamar al migrante y no informar a sus superiores sobre sus acciones.

Pero Castillo negó haber robado el dinero del migrante y dijo que quería traer al migrante de regreso a los EE. UU. porque le preocupaba que lo culparan si sufrían daños en México. Dijo a los investigadores que su plan era llevar al migrante en un vuelo de deportación a El Salvador.

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