EE.UU. condenó a 10 años de prisión a narco que utilizó a su propio hijo para traficar droga

En medio de la lucha que el gobierno de Estados Unidos mantiene en contra del narcotráfico, el Departamento de Estado dio a conocer la condena de 10 de prisión en contra de Ángel Rubio-Quintana, ligado a un cártel mexicano y acusado de distribuir grandes cantidades de fentanilo, metanfetamina y marihuana en St. George, Utah.

De acuerdo con los documentos judiciales difundidos, Rubio-Quintana, quien residía en St. George, fue descubierto por la Policía en marzo de 2020, luego de que los agentes se enteraran de que un individuo en esa localidad estaba recibiendo grandes cantidades de metanfetamina proveniente de un cártel mexicano.

Además, se informó que el detenido, de 42 años, involucró en sus operaciones a miembros jóvenes de la comunidad, incluido su propio hijo adolescente, para que participaran en el tráfico local de drogas.

Los agentes llevaron a cabo al menos 13 compras controladas en las que adquirieron metanfetamina y fentanilo a miembros de la asociación delictiva. En la primera compra, las drogas se entregaron en un gran envase de crema, pues este era el método de distribución para no ser detectados.

Fue así como se llevó a cabo la operación “Sour Cream”, con la que se determinó que Rubio-Quintana, de quien no se precisó su nacionalidad, dirigía los esfuerzos de la organización para importar y distribuir drogas desde México.

Según revela un comunicado del Departamento de Estado, los agentes interceptaron más de 200 llamadas telefónicas en las que el sospechoso negociaba precios y cantidades de droga con sus proveedores.

Entre junio de 2021 y enero de 2022, la organización de Rubio-Quintana envió más de 60 transferencias electrónicas a proveedores mexicanos de drogas, por más de 58,000 dólares.

Sobre este caso, la fiscal federal Trina A. Higgins, del distrito de Utah, señaló que las acciones de Rubio-Quintana pusieron en peligro la seguridad de la comunidad de St. George, no sólo porque “distribuía estupefacientes peligrosos, sino que también se aprovechaba de jóvenes ingenuos convenciéndoles para que se unieran a su asociación delictiva”.

En tanto, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, detalló que el hecho de involucrar a jóvenes en sus actividades ilícitas subraya que la codicia de los cárteles no conoce límites, por lo que esta sentencia y la desarticulación de sus operaciones contribuye directamente al bienestar y la seguridad de la gente.

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