Donald Trump vuelve a la carga en contra de funcionarios federales al señalarlos como matones fascistas
Al no medir el peso de sus palabras y los problemas que pudieran ocasionarle a las personas quienes trabajan en los casos por los cuales será juzgado, el exmandatario podría acelerar sus procesos legales al grado de empatarlos con las elecciones presidenciales
A pesar de que la jueza Tanya Chutkan le advirtió que si continuaba emitiendo declaraciones incendiarias en contra de funcionarios federales aceleraría su juicio, Donald Trump lo volvió a hacer e incluso en un tono más agresivo.
“Cuanto más una parte haga declaraciones incendiarias sobre este caso, mayor será la urgencia de que procedamos al juicio rápidamente”, expresó la magistrada hace unas semanas.
Sin embargo, eso no parece importarle al exmandatario de la nación, pues mediante en la red social Truth Social, en primera instancia se refirió al fiscal especial que le fincó dos acusaciones serías: ocultación de documentos clasificados en la mansión de Mar-a-Lago y haber incitado el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
“Acaban de informar que los ayudantes del fiscal, el trastornado Jack Smith, se reunieron con altos funcionarios en la Casa Blanca justo antes de que estos patanes políticos me acusaran de nada“, expresó.
Asimismo, Trump volvió a mencionar que las acusaciones vertidas en su contra forman parte de una de interferencia electoral para sacarlo de la boleta el próximo año y para desviar la atención de los millonarios negocios acreditados a Hunter Biden presuntamente con la ayuda de su padre desde la Casa Blanca.
“Si esto es así, que lo es, eso significa que Biden y sus matones fascistas sabían y APROBARON la forma divisoria de interferencia electoral de este país, a pesar de insistir en que ‘no sabían nada’. Es todo una GRAN MENTIRA, como Rusia, Rusia, Rusia y no saber los negocios de su hijo. ¡DESESTIRE EL CASO!”, enfatizó.
Los comentarios del magnate neoyorquino se produjeron horas previas a una comparecencia entre su equipo de abogados y los fiscales federales donde se analizó una posible fecha para el juicio relacionado con las elecciones de 2020.
En este sentido, los funcionarios pretendían que el juicio comenzará el 2 de enero de 2024, mientras que los defensores de Trump buscan agotar los recursos legales para conseguir que el proceso se lleve a cabo hasta abril de 2026.
El objetivo de la postergación estaba relacionado con la posibilidad de que el republicano de 77 años pudiera, no sólo competir en la carrera presidencial sino hasta hipotéticamente ganarla, pues de esa manera le ordenaría al Departamento de Justicia ponerle fin a su procesamiento federal o quizá hasta él mismo indultarse. Sin embargo, se estableció que el 4 de marzo iniciaría el juicio.
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