EE.UU. vuelve a las huelgas: ¿cómo la paralización de los trabajadores del UAW afectará a la economía?
Expertos señalan que si la huelga se extiende por 10 días le podría costar a la economía estadounidense unos $5 mil millones de dólares, sin contar que las empresas locales en donde se lleva a cabo el paro también se verán afectadas
Este viernes los trabajadores automotrices abandonaron sus puestos en las tres principales empresas fabricantes de automóviles en Estados Unidos para declarar el inicio de una histórica huelga, tras los constantes fracasos de acuerdos por salarios más justos y mejores condiciones laborales.
La paralización por parte del sindicato United Auto Workers golpea fuertemente no solo a General Motors, Ford y Stellantis, sino también a los estados en los que operan estas grandes compañías como Missouri, Michigan y Ohio y a la economía del país en general.
Para el UAW, esta manifestación contra las tres plantas se ha declarado como un “nuevo enfoque” para exigir lo justo en lo que han denominado una “huelga de pie”. El presidente de la UAW, Shawn Fain, dijo que este acto es una muestra de la fuerza y unidad que tiene el sindicato, pero aún “todas las opciones siguen sobre la mesa”, dijo.
¿Cuál es el impacto que tendrá la huelga en la economía?
Aunque Fain en su discurso aseguró: “no vamos a arruinar la economía. La verdad es que vamos a arruinar la economía multimillonaria”, es decir, que se apuntalan a algo mucho más especifico que es el sector automotriz y sus grandes ejecutivos, lo cierto es que muchos expertos señalan que el impacto del desarrollo de esta huelga puede llevar al país a una recesión.
Desde el año pasado con la inflación alcanzando su máximo de 9.1% la economía estadounidense ha estado sufriendo muchos daños. En este caso, las estimaciones de Anderson Economic Group, destacan que si la huelga se mantiene durante 10 días, esto le podría costar a la economía estadounidense aproximadamente $5 mil millones de dólares.
De acuerdo con Gabriel Ehrlich, pronosticador económico de la Universidad de Michigan, la cifra más baja midiendo un impacto más indirecto, pero inmediato es de $440 millones de dólares a nivel nacional si el paro del UAW se extiende por dos semanas.
Estas medidas son a nivel general, pero Tyler Theile, vicepresidente y director de políticas públicas de Anderson Economic Group realizó un análisis a nivel local e indicó que muchas empresas que se desarrollan en el mismo lugar en donde se están llevando las huelgas también se verán afectadas y puede que haya una ola de despidos.
Asimismo, la agencia calculó que de llevarse a cabo la huelga durante 10 días, escaseará el inventario y habrá un aumento de los precios de los automóviles.
Los acuerdos no han sido suficientes
Recientemente, uno de los fabricantes implicados, Stellantis ofreció a los UAW un ajuste salarial del 14.5% en sus últimos acuerdos, según Mark Stewart, director de operaciones de Stellantis North America la empresa sigue comprometida en negociar de buena fe y alcanzar un acuerdo justo antes de la fecha límite.
“Con esta oferta equitativa buscamos una solución oportuna a nuestras discusiones“, dijo al tiempo que manifestó que las demandas, exigencias y propuestas por parte de la UAW “podrían poner en peligro nuestra capacidad de tomar decisiones en el futuro que brinden seguridad laboral a nuestros empleados. Esta es una propuesta perdida para todos nosotros”, indicó.
Por su parte, La directora ejecutiva de General Motors, Mary Barra, dijo que el gigante automovilístico había tratado de negociar con el UAW con la esperanza de evitar una huelga, “hemos estado en la mesa desde el 18 de julio. Tenemos una oferta histórica y ahora mismo estamos en la mesa listos para seguir adelante”, dijo.
Las tres grandes compañías han mencionado que las ofertas han sido bastante razonables y que aún están dispuestos a negociar, pero aseguran que también están pasando por momentos en donde ha sido necesario disminuir los precios de los vehículos para poder mantenerse en el mercado, este ha afectado a los trabajadores y sus remuneraciones.
Pese a los esfuerzos de los fabricantes por llegar a negociaciones, las contraofertas fueron calificadas como “decepcionantes” por parte del sindicato United Auto Workers, mientras exigen aumentos salariales del 36% en cuatro años.
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