Los genes pueden influir si quieres convertirte en vegetariano: nuevo estudio
Aunque el estudio define el vegetarianismo como no consumir carne ni productos animales, muchos expertos no recomiendan una dieta vegana estricta para la mayoría de las personas
Un estudio reciente en la revista científica PLOS One arroja luz sobre la relación entre la genética y las elecciones dietéticas en Estados Unidos. Según el estudio, menos del 5% de la población estadounidense se identifica como vegetariana, y de estos, entre la mitad y dos tercios consumen pescado, aves o carne roja en ocasiones.
Los investigadores han planteado la posibilidad de que factores genéticos influyan en la decisión de seguir una dieta vegetariana o no. Para explorar esta hipótesis, se seleccionaron participantes del Biobanco del Reino Unido, una base de datos que comprende alrededor de 500,000 personas.
También se recogieron muestras, incluida la sangre, de cada participante para identificar polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), que son variaciones genéticas comunes que afectan una amplia gama de características biológicas, desde el color de los ojos hasta la susceptibilidad a enfermedades.
El estudio contó con 5,324 vegetarianos y 329,455 personas en el grupo de control. Los SNP de ambos grupos se analizaron para determinar si ciertos SNP estaban asociados con la elección de una dieta vegetariana. Los investigadores identificaron 11 genes específicos que podrían estar relacionados con el vegetarianismo.
No hay relación directa entre decidir ser vegano y la naturaleza de tus genes
Sin embargo, es importante destacar que este estudio no demuestra una relación causal entre estos SNP y la elección de una dieta vegetariana. Megan Wroe, gerente de bienestar y dietista registrada, enfatizó que tener estos SNP en una evaluación genética no significa necesariamente que debas seguir una dieta vegetariana ni que experimentarás efectos negativos si no lo haces.
Factores como el estilo de vida, el estrés y la exposición a toxinas ambientales también juegan un papel importante en la salud. Además, los expertos señalaron que este estudio tiene limitaciones, ya que los datos se basaron en cuestionarios dietéticos y recuerdos de alimentos, que pueden no ser completamente confiables.
Los participantes eran en su mayoría mujeres, mayores, más saludables y de un nivel socioeconómico más alto, lo que hace que los resultados no sean generalizables a toda la población.
A pesar de estas limitaciones, la elección de la dieta es un tema importante para la salud. Aunque el estudio define el vegetarianismo como no consumir carne ni productos animales, muchos expertos no recomiendan una dieta vegana estricta para la mayoría de las personas.
En su lugar, sugieren opciones como dietas vegetarianas, pescatarianas o omnívoras con porciones pequeñas de carne criada de manera sostenible.
Menores riesgos con una dieta vegana
Las dietas vegetarianas tienen posibles beneficios para la salud, como un menor riesgo de enfermedades crónicas, control de peso y una mejor digestión debido a un mayor consumo de fibra, micronutrientes y antioxidantes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que una dieta vegetariana puede llevar a deficiencias de nutrientes como la vitamina B12, hierro, calcio y ácidos grasos omega-3, así como una ingesta inadecuada de proteínas.
La elección de la dieta debe adaptarse a las preferencias personales, factores culturales y objetivos de salud individuales. No hay una forma única de comer que sea correcta para todos, y es importante encontrar una dieta que funcione para cada persona.
Los expertos también aconsejan, por ejemplo, reducir el consumo de carne de granjas industriales y optar por carnes magras, pollo, pavo y pescado. Asimismo, enfatizan la importancia de cocinar comida casera y evitar lo más que se pueda el consumo de alimentos procesados.
Si estás considerando cambiar a una dieta sin carne, se recomienda hacer la transición de manera gradual, incorporando fuentes de proteínas vegetales como frijoles, lentejas, nueces y semillas en tu dieta diaria. Pequeños cambios pueden marcar la diferencia en la búsqueda de una alimentación más saludable.
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