Cáncer de pulmón: cómo una tomografía computarizada puede salvar vidas
La tasa de supervivencia de pacientes a 20 años alcanza un impresionante 95% cuando el cáncer de pulmón se diagnostica en su etapa más temprana lo que representa una gran esperanza de vida para quienes llegan a padecer esta enfermedad
Una nueva investigación revela que las tomografías computarizadas anuales del tórax para fumadores y exfumadores podrían ser la clave para mejorar drásticamente la supervivencia al cáncer de pulmón. Contrario a la creencia común, el 81% de las personas cuyos tumores fueron detectados mediante estas pruebas seguían vivas 20 años después.
La Dra. Claudia Henschke, líder del estudio y profesora de radiología en la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinai, en Nueva York, destacó que esta tasa de supervivencia del 81% es un hito sin precedentes, siendo la primera vez que se informan tasas a 20 años a partir de exámenes de detección anuales.
A pesar de la disminución del tabaquismo en Estados Unidos, el cáncer de pulmón persiste como la principal causa de muerte por cáncer en el país. La detección temprana podría cambiar el juego, ya que la supervivencia a 20 años alcanza un impresionante 95% cuando el cáncer se diagnostica en su etapa más temprana.
El informe resalta la importancia de las tomografías computarizadas de baja dosis, capaces de detectar el cáncer en su fase inicial. La Sociedad Estadounidense del Cáncer ha actualizado sus directrices, recomendando ahora pruebas de TC anuales para fumadores y exfumadores de 50 a 80 años. Anteriormente, se sugería la prueba para aquellos que habían fumado al menos 20 cigarrillos al día durante 30 años; ahora, se reduce a 20 años.
Esto representa un paso significativo hacia adelante en la lucha contra el cáncer de pulmón, ya que la detección temprana se posiciona como un factor crucial para mejorar la supervivencia. La Sociedad Estadounidense del Pulmón informa que actualmente solo el 16% de los cánceres de pulmón se diagnostican en una etapa temprana, subrayando la importancia de implementar pruebas de detección regularmente.
20 años de esperanza
El estudio, que se basa en datos recopilados desde 1992, destaca el impacto positivo a largo plazo de la detección por TC en pacientes con cáncer de pulmón. Inicialmente, el Programa de Acción Internacional contra el Cáncer de Pulmón Temprano, liderado por el equipo de Henschke en Mount Sinai, mostró una tasa de supervivencia a 10 años del 80% en 2006. Ahora, estos hallazgos se extienden a una asombrosa tasa del 81% a 20 años.
El cáncer de pulmón, a menudo considerado fatal, podría convertirse en tratable y, en muchos casos, curable con programas de detección anuales utilizando protocolos definidos y sistemas de gestión integral. La Dra. Henschke enfatiza la importancia de regresar para evaluaciones anuales, destacando que el cáncer de pulmón se puede curar con una atención preventiva adecuada.
Además, el estudio sugiere que las pruebas periódicas de TC podrían beneficiar a aquellos sin antecedentes de tabaquismo, pero expuestos al humo de segunda mano. El 25% de las personas que desarrollan cáncer de pulmón no tienen historial de tabaquismo, destacando la necesidad de considerar a este grupo en las estrategias de detección.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. también respalda la detección periódica del cáncer de pulmón mediante TC, recomendando pruebas anuales para adultos de 50 a 80 años con historial de tabaquismo. Estos hallazgos, publicados recientemente en la revista Radiology, marcan un hito significativo en la lucha contra el cáncer de pulmón, ofreciendo esperanza y oportunidades para una detección temprana que puede salvar vidas.
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